“Patagones jamás contó con un proyecto cultural”

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El ex funcionario ya había explicado públicamente que sus razones estaban vinculadas a un recorte del presupuesto. En la misiva donde confirma su renuncia presentó algunos detalles.
Explicó que en el caso de los talleres barriales la reducción de los fondos alcanzó el 70%. “Esto es, que de $30.000 mensuales para todo el partido se me pidió que me arreglara con $10.000 (vivo en una modesta casita en el barrio Santa Clara de Viedma y el gasto mensual de mi familia es aproximadamente ése)”, dijo.
“Y en este punto es que me detengo a hacer una evaluación de lo que en veintiún años de trabajo en esta dirección puedo ver que se sucede sistemáticamente: jamás se contó con un proyecto cultural”, añadió.
Consideró Dimódica que “al hablar de Proyecto Cultural me refiero a una gestión de plena inserción social, no contenedora como lamentablemente hoy se pretende, sino transformadora, de constructivo enriquecimiento humano. Y al hablar de  constructivo enriquecimiento humano me refiero al trabajo del día a día con la gente, en cada lugar (como lo he hecho en estos seis meses de trabajo) y que nada tiene que ver con acciones puntuales y aisladas como se hizo eternamente y que lo único que generan es gasto y no representan a nadie, o como mucho, representan a un minúsculo grupo de “entendidos” que se construye en su propio regodeo”.
Destacó que “aquí el tremendo gasto que acarrea la Fiesta de la Soberanía Patagónica, que más allá del indiscutible valor histórico, cultural y patrimonial que representa, genera una erogación de cientos de miles de pesos en cada edición”. “Por supuesto que soy un firme defensor de la gestión municipal para con la Fiesta ya que la Fiesta es de la gente como lo es la propia municipalidad, pero entiendo
que se puede trabajar desde otro lugar con conceptos que generen la apropiación y construcción identitaria de la gente para con la historia de su pueblo y no la mera
asistencia a un efímero y costosísimo evento”, subrayó.
Finalmente, dijo que “no se está invirtiendo el dinero donde realmente hace falta.  Así, históricamente se han hecho cosas sin ton ni son, sin un rumbo cierto, tapando agujeros. Mendigando unos pesos para poder desarrollar alguna idea en el área de cultura”.
Aclaró que “no es la primera vez que me dirijo a un intendente con planteos similares. Ya en la gestión del ingeniero Curetti elevé inquietudes no muy halagüeñas al respecto de un nefasto director de cultura que hubimos de soportar y nunca obtuve respuesta”.
“¿Será que el proyecto es no tener proyecto?”
Fue su deseo compartir con el intendente Jabier Garcés alguna idea al respecto de la cultura “que dista mucho de pertenecerme ya que conforma el legado de un gran filósofo, literato y antropólogo tucumano llamado Adolfo Columbres: La crisis de las sociedades modernas es antes que nada cultural, y si no se toma conciencia de ello no habrá una salida posible. O sea, tendrá que definirse antes un proyecto cultural alternativo, cuyos principios básicos regularán la vida social y las políticas económicas. Si se sigue viendo a la cultura como un mero adorno y degradando la educación pública del modo en que se lo hace hoy por razones “de ajuste”, el  abismo no hará más que ahondarse. Continuaremos viviendo bajo la idea de derrumbe, al comprobar que resulta cada vez más difícil sostener el lugar de cada  uno, el nivel que nos habíamos acostumbrado a considerar como el piso de la dignidad. Semejante angustia ha llevado a grandes sectores de la población al estrés y a cuadros psicosomáticos aún más complejos, junto al sentimiento de haber quedado excluidos de los bienes de la vida y privados de lo más fundamental. Es que la falta absoluta de perspectivas y proyectos no puede desembocar más que en la enfermedad mental y el suicidio” (América como civilización emergente, Ed. Sudamericana, pag. 14)”.
“Como le confiara en la reunión en la que verbalmente le presentara mi irrevocable renuncia, es mi intención que esta experiencia sea un aporte para la construcción de un cambio. Un cambio para mejor, un cambio desde el amor, el amor hacia la gente toda, hacia los que de verdad están sufriendo esta falta de proyectos  humanos y que se transforman en individuos en riesgo. Mientras tanto seguiré por mi camino, de trabajo intachable, celosamente protegido de la degradación, el facilismo y el oportunismo”, mencionó.
Concluyó diciendo que “sabe usted muy bien que no compartimos banderías ni mucho menos ideologías políticas y es menester que sepa que desde ése lugar es que quedo a su disposición para cualquier propuesta superadora y edificante”.

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