17 octubre 2012 Judiciales Comentar

“Esto no es un juicio privado, los hijos queremos mantener la integridad del núcleo familiar. No es un privilegio como se dijo por ahí”, señaló el intendente roquense, quien dialogo con los medios luego de prestar su declaración.

A diferencia de sus hermanos, eligió declarar con público. “Yo tengo una vocación política y tenemos que dar cuentas públicas. Por eso declaro a puertas abiertas”, dijo.

Del mismo modo, dijo entender el pedido de sus hermanos. “La declaración de los hijos del ‘Gringo’ y Susana debía ser a puertas cerradas y es algo que permite el código”.

“Nosotros queremos justicia, sea cual sea el resultado, para que mi viejo descanse en paz”, señaló luego y agregó: “No canjeamos impunidad, hemos colaborado siempre con el proceso”.

“En medio del dolor hemos tenido que soportar que digan que el ‘Gringo’ era un pistolero y que golpeaba a su mujer. Morbosamente han jugado con el dolor”, cuestionó más adelante.

Finalizó su contacto con la prensa con una frase que, seguramente, quedará en la memoria de todos: “Quiero que mi vieja algún día vuelva a ser esa mujer que cuidaba a mis hijos”.

La declaración

Según publicó LU18, en su declaración Martín Soria recordó el encuentro que mantuvo hace dos meses con su madre. “Me sorprendió que nunca le dijo nada ni nombró al Gringo. A la vuelta lo llame a Di Giacomo y me dijo que eso se debe a que mi madre estaba enferma. Ese fue el primer indicio. A mi me pareció raro que  mi madre no sienta vergüenza por  arruinar la vida de su marido y los familiares. Era muy puntillosa y preocupada por su imagen”, acotó.

Soria dijo que “sospecho que ella ingirió  daikiri, champagne y vino blanco. No puedo confirmar la cantidad, pero sospecho que pueden haber sido dos o tres copas. Nunca la vi tomar en exceso.  A mi madre la considero moderadamente tolerante, nerviosa y explosiva en algunas situaciones”.

“En el último tiempo se presentaron algunas peleas y sucedía cuando había familiares y amigos muy conocidos de la familia. Para mi era una relación normal, con desgastes en algunos momentos, con algunas cosas buenas y algunas malas”, señaló en su declaración. En ese momento Martín Soria se quebró emocionalmente.

Sobre lo sucedido esa trágica noche dijo que “recibí el aviso de la chacra y salí de inmediato de mi casa. Pensé que se trataba de un robo. Vi a mi padre con los ojos estallados en el cuarto. Mi hermana María Emilia intentaba contener a mi madre que estaba sacada, violenta. No era mi madre. Mi padre ya era peso muerto, lleno de sangre”.

Por otra parte,  dijo que su padre “tenía armas porque se sentía inseguro. No se olviden que combatía una mafia en la provincia”.