Cálida y accesible a pesar del trágico momento que vive la familia; y constantemente destacando su estrecho vínculo con el extinto Gobernador de Río Negro. Así se mostró Laura Soria, una de las primas del fallecido mandatario, durante una charla con ANB. Para la entrevista, eligió un lugar público. En medio de mandados familiares, hizo un alto en su cotidianeidad y concedió a este medio su fundamental palabra, como una de las personas más allegadas a Carlos Soria en Bariloche.
Laura Soria trabajó activamente durante la campaña de su primo hermano a la gobernación de Río Negro. “Lo apuntalé y lo acompañé desde el llano. Sobre todo en aquellos círculos a los que él no llegaba. Como el deportivo, al que me dedico de toda la vida”, detalló.
La muy cercana familiar del fallecido mandatario, compartió “semanas” enteras junto al matrimonio Soria-Freydoz, porque su casa, ubicada en un barrio privado, era el lugar elegido por el extinto Gobernador, cuando visitaba Bariloche. “Pese a que teníamos una importante diferencia de edad, yo tengo 50 años y el tenía 62 años, eramos muy unidos. Especialmente de grandes. La relación se afianzó cuando empecé a definirme como peronista, como todos los Soria. Congeniábamos muy bien. Lo llamaba a la mañana y, de acuerdo a su 'hola' sabía qué tenía que hacer. Nos conocíamos muchísimo”, relató Laura Soria.
Si bien no destacó que, en su presencia, la esposa de su primo haya consumido alcohol en exceso o psicofármacos; sí describió la permanente hostilidad entre Carlos Soria y Susana Freydoz, que pudo apreciar desde un lugar privilegiado. Tortuosidad alimentada en los últimos años de campaña a la gobernación de Río Negro, por los "celos obsesivos" de la mujer, según manifiestaron los testimonios del juicio que busca establecer la responsabilidad de Freydoz, en el asesinato de Soria.
El matrimonio que fue tragedia
ANB: ¿Cómo delinearía la personalidad de Susana Freydoz? ¿Se mostraba de fuerte temperamento? Para acompañar a alguien como Carlos Soria debía presentar rasgos firmes...
Soria: Sí. Para acompañar un líder, hay que ser tan líder como él. Ella buscaba su lugar. Le daba su punto de vista, sus opiniones, que no eran erradas. Pero el líder era él. Él tomaba la decisión final. Es que un matrimonio en campaña es embromado. Es como un matrimonio en un emprendimiento comercial. Cada uno tenía una mirada diferente.
ANB: ¿Freydoz era una mujer celosa?
Soria: Sí, Susana tenía problemas de celos. Uno no puede opinar sobre eso. De todas formas, no sé qué misterio puede haber pasado. Porque estuvo más de quince años viendo a Carlos (Soria) sólo los fines de semana, cuando él vivía en Buenos Aires -en el tiempo en que Soria ocupó una banca en la Cámara baja del Congreso Nacional-. Y lo soportó. Además había sido Intendente, durante ocho años -después de haber sido señalado por su responsabilidad, como titular de la SIDE, en la Masacre de Avellaneda-. Y en campaña, tenés que entregar todo al pueblo, la gente te abraza, se quiere sacar fotos. Éso a veces es mal interpretado.
ANB: ¿La esposa de Soria mal interpretaba esas situaciones?
Soria: Susana siempre decía, “a mí esas chirucitas que se te cuelgan en los actos para la foto...”, pero no era más que éso. Sí tenían diferencias, a veces, porque Susana era muy cuidadosa con la imagen de Carlos. Para explicar esa diferencia entre ellos, sobre la concepción de la imagen personal que cada uno tenía, me tendría que remitir a los orígenes de los Soria. Éramos todos re pobres, no pobres, re pobres. Y después, porque son todos perseverantes y triunfadores, mis padres y mis tíos, salieron adelante. Pero llevó sus años. Cuando Susana lo conoce a Carlos, él venía de familia laburadora. Ella lo forjó a su modo y, digamos que le hizo el marketing a Carlos Soria, lo presentó en sociedad.
ANB: Pero Soria mantenía su imagen de “el Gringo”, sencillo, accesible... lo que lo benefició en términos políticos.
Soria: Cuando se despojaba de la imagen que tenía que vender, nos matábamos de risa. Él llegaba a mi casa, dejaba los zapatos en una punta y la campera en otra. Y susana le decía "Carlos... por favor...". Yo le decía, Susana, yo me crié con mi papá que era igual, así que ya está, no te amargues. Susana era fanática de la limpieza y de su estética.
En esa línea, la prima de Carlos Soria, detalló que Freydoz pertenecía a una clase social “más acomodada” que la del extinto Gobernador. “Ella era de ascendencia francesa, de familia de mucho dinero. Carlos estaba en un disccurso y cuando bajaba le hacía todos los llamados de atención de lo que había visto mal, lo que había dicho, de la palabra inadecuada que había usado, osea, las discusiones se basan en eso.
Los hijos
ANB: ¿Mantiene contacto con los hijos de Freydoz y Soria?
Soria: Permanente. La mejor forma de acompañarlos es el silencio. Esos chicos perdieron al padre y a la madre en el mismo minuto. Qué les vas a preguntar, ¿cómo fue?. ¿Para qué? Carlos no vuelve.
ANB: Los testimonios de los hijos del matrimonio que figuran en la requisitoria fiscal, dejan entrever el enojo que sienten por lo que hizo su madre. No demostraron compasión ni comprensión. La responsabilizaron enteramente por el fatal desenlace, no intentaron protegerla... y es la madre, enferma o no...
Soria: Tu padre muere asesinado una madrugada y la asesina es tu madre. ¿Cómo te plantás en la vida? Son sentimientos encontrados. Para hablar de ellos, hay que ponerse en sus zapatos. En el juicio se está desnudando la vida de toda la familia, psicológicamente, a esos chicos los están haciendo bolsa, están quebrados. Y nada de éso ayuda a que Carlos (Soria) vuelva.
No obstante, Laura Soria destacó la decisión de Martín Soria de declarar ante la presencia de público, a pesar de contar con el beneficio de no hacerlo. “Me pareció fantástico, éso es enseñanza de Carlos Soria. Cuando sos funcionario público, tenés que ser lo más transparente posible, no tenés que ocultar absolutamente nada. Y él testificó como funcionario público, que paradójicamente es hijo de Carlos Soria. Pero, consideró que el pueblo lo eligió y él se debía a su pueblo”, entendió.
El juicio a Freydoz
ANB: ¿Qué opina sobre la figura atenuante que alega la defensa, “emoción violenta”, como forma de lograr la imputabilidad de Freydoz?
Soria: Quizás los hijos intenten, por piedad, que quede inumputable. Pero esa mujer no vuelve a la vida. No puede caminar por calle de Roca, Cipolletti, o la Provincia. Está condenada socialmente. Aunque la dejen libre, esa mujer nunca más vuelve a ser Susana Freydoz.
ANB: Como familiar tan allegada a Carlos Soria, ¿la perdonaría por lo que hizo?
No está en mí perdonarla, no soy yo quien la tiene que perdonar, son sus hijos. Como cristiana, debo perdonarla. La Justicia del hombre va a actuar, de la que no se van a escapar es de la Justicia de Dios. (ANB)
Carolina Cohen
27 diciembre 2024
Judiciales