El vehículo fue sometido a pericias que habrían permitido determinar que no fue utilizado en la noche del 5 de noviembre, cuando desapareció, para ser retirado por policías que hacían adicionales en local nocturno.
La muestra de hisopado de la alfombra metalizada del Fiat arrojó un perfil genético perteneciente a por los menos dos individuos, diferente al haplotipo de cromosoma presentado por el padre de la víctima.
Por otra parte, con respecto a los restos óseos hallados en General Conesa hace varios meses, se practicaron distintos procedimientos: dos extracciones del maxilar, una del fémur y una del húmero. Pese a ello no se pudo obtener material genético de calidad, por lo que se llevarían a cabo nuevas extracciones con otra metodología.
Todo indicaría -tal como lo anticipó el secretario de Seguridad de la Provincia, Miguel Bermejo- que ese cadáver no era el de Solano.
Las investigaciones judiciales no permiten hasta el momento conocer el destino del salteño, aunque hacen emerger una luz de esperanza en el seno de su familia.
5 mayo 2024
Judiciales