Del acampe participan las esposas e hijos de los agentes detenidos. En las próximas horas se sumarían otros amigos y compañeros de trabajo.

El cabo Ceferino Muñoz dijo a FM DE LA COSTA que los siete detenidos “son inocentes” porque “no hay pruebas ni nada contundente que los incrimine”.

“Queremos que sean liberados. Que no sean presos sólo para calmar a una sociedad porque no pueden encontrar a los verdaderos culpables”, dijo el agente policial.

Muñoz remarcó que estuvo presente en el boliche donde Solano fue visto por última vez. “El muchacho salió tranquilo y lucido, lo sacamos porque desde el boliche nos dijeron que estaba algo molesto con las mujeres”, dijo.

Aseguró que “le preguntamos si tenía dinero para el taxi, nos dijo que sí y que tenía que trabajar al otro día” recordó y señaló que “se iba a tomar un taxi para volver a su casa, pero lo que pasó después no sabría decirte”.

“Hay testigos raros que dicen otra cosa”, señaló Muñoz y cuestionó el accionar del juez porque “nosotros declaramos y no nos incluyó en la causa, porque dice que nosotros mentimos y que los otros testigos dicen la verdad”.

“Queremos que se busque a los verdaderos culpables. Que estos compañeros no sean perejiles”, reclamó.

Subrayó que todos los peritajes realizados a los automóviles y las casas de los detenidos, así como los rastrillajes, dieron resultados negativos.

Además, se mostró disconforme con el lugar de detención de los efectivos. “Están en una sala de enfermería, porque no saben donde meterlos y no son las mejores condiciones”, dijo.

“El gobernador dijo en una entrevista que la justicia, cuando es lenta, no es justicia. Por eso esperamos que intervenga para que acelere los procesos”, señaló el agente policial.

El acampe se instaló sobre la esquina de Laprida y Belgrano de la plaza San Martín, una céntrica esquina de la capital provincia ubicada justo frente al despacho de Weretilneck.