“Vine al Ecuador tras una pista en un hospital de Guayaquil y con la colaboración de varias instituciones especializadas ecuatorianas, en especial la DINAPEN, pudimos abrazarnos con mi hija después de 11 meses de ocultamiento”, dijo Eduardo de Marcos, el papá que la buscó desesperadamente todo este tiempo.
“Me encontré con ella en el Juzgado, y con una inmensa alegría nos pusimos a jugar recordando juegos, mostrándome las cosas nuevas que sabía hacer, lo que había aprendido, sin parar de reírnos durante más de una hora, hasta que nos tuvieron que echar”, agregó.
Se trató de un Impedimento de Contacto iniciado por la madre de la niña, que por evitar el vínculo con su padre la llevó y mantuvo oculta ilegalmente en la República del Ecuador desde febrero último. Aún con multas económicas impuestas a la madre y del cambio de guarda de la menor en favor de su padre a través del Juzgado de Familia No. 9 de Bariloche, se ocultaron en las ciudades de Guayaquil, Salinas y Cuenca, donde fueron encontrados por la Policía Especializada en Niñez (DINAPEN).
“Los últimos 15 días fueron de una intensísima búsqueda que me trajeron a Cuenca, y tras un amplio operativo de investigación se localizó el escondite y pedimos intervención judicial, que me permitió encontrarme con mi hija después de un año” comentó emocionado.
“Quiero agradecer al Ecuador, a la calidad humana de su gente, a la Policía, Interpol, Cancillería Argentina y principalmente al equipo de
la DINAPEN que con una increíble labor logramos poner fin al maltrato psico-emocional a mi hija”, dijo su papá Eduardo de Marcos quien lidera una campaña de conciencia social llamada “PADRECTOMIA”, o violencia infantil ejecutada por padres que impiden el contacto de sus hijos con los otros progenitores.
“Ahora queda volver a empezar. Un arduo trabajo de adaptación tenemos por delante con Jazmín y familia. Pero es increíble como el profundo dolor de la desaparición de tanto tiempo, desaparece en una sóla hora de juego y unión con mi hija”.
Y respecto a la experiencia de la búsqueda desesperada de casi un año concluyó. “Aprendí mucho. Crecí. El apoyo de mi pareja Laly y mi familia me dieron la fuerza diaria para seguir buscando. Ahora a ocuparme y disfrutar de Jazmín”.
La desaparición
Eduardo explicó que se trató de un caso más de "padrectomía", que es la "extracción" de la figura paterna en los hijos, luego de la separación de los progenitores por un divorcio o distanciamiento.
"Todo esto comenzó hace unos cinco años, y desembocó en el secuestro de Jazmín en diciembre. Hice las averiguaciones pertinentes, y Jazmín no había comenzado el primer grado en ninguna escuela de la ciudad. Ella estaba muy ilusionada con hacerlo", expresó.
Eduardo afirmóMarcela -su ex esposa- siempre hablaba del fin del mundo que se avecinaba el 21 de diciembre, y curiosamente las dos desaparecieron el 15 de ese mes.
Comentó además que Marcela integraba un grupo que hacía retiros espirituales de sanación. "Incluso se encuentra publicado un sitio web de su pertenencia (www.marcelafillol.com) en el que se promocionan esas actividades".
Eduardo confirmó que la niña "desapareció ilegalmente junto a su mamá Marcela Fillol, Francisco Turk pareja de la mamá, y Mavi Fernández amiga y cómplice".
FUENTES: Bariloche 2000/Bariloche Opina
17 enero 2025
Judiciales