Un hombre fue imputado ayer, acusado de haber distribuido
imágenes con contenido de explotación sexual infantil, mientras que a su hijo
le formularon cargos, en la misma audiencia, por el delito de tenencia de este
tipo de imágenes, agravado por ser las mismas de menores de 13 años de edad.
Ambos son oriundos de la localidad de Valcheta.
Según la acusación, mientras que el padre distribuyó dos
videos con contenido de explotación sexual infantil, el hijo poseía en
dispositivos propios un video y más de 80 imágenes, de las cuales al menos diez
están catalogadas como de pornografia infantil (tal la calificación legal de
los hechos) por la organización internacional "Missing & Explited
Children” quien se ocupa de la remisión de este tipo de casos a los distintos
países para que se sustancie la correspondiente investigación penal.
En este caso la causa comenzó a partir de la denuncia
efectuada por una de las personas que integraba un grupo de whatsapp del que
participaban los imputados. Por ello en el marco de legajos penales análogos
hay más de una treintena de personas acusadas en diversas jurisdicciones del
país. En nuestra provincia la investigación incluyó dos allanamientos en las
viviendas de ambos hombres en la que se secuestraron gran cantidad de
dispositivos, muchos de los cuales ya fueron peritados por la Oficina de
Investigación de elecomunicaciones de la Procuración General y por el área de
Informática Forense del Poder Judicial.
La defensa de los imputados no manifestó objeciones a los
términos de la acusación por lo que el Juez dispuso la apertura de la
investigación penal preparatoria que se extenderá por cuatro meses.
Cabe recordar que, para la investigación unificada de
este tipo de casos, la provincia de Río Negro cuenta con un protocolo de
investigación de ciberdelitos, creado por la Procuración General a la luz de un
instrumento similar elaborado por el Ministerio de Seguridad de la Nación y que
adhiere a la “Guía de buenas prácticas para obtener evidencia electrónica en el
extranjero”.
El documento enfatiza en la función de la Oficina de
Investigación en Telecomunicaciones (Oitel), a cuyos integrantes les otorga la
responsabilidad de ser los únicos que pueden examinar y analizar la evidencia
digital recolectada en el marco de las investigaciones, buscando preservar en
todas las ocasiones la prueba original. Dentro de éste área se encuentra,
además, el referente provincial que recibe las causas de explotación sexual
infantil y las remite a las Fiscalías rionegrinas correspondientes para el
inicio de las investigaciones.
Entre las pautas específicas de actuación, el protocolo
impone reglas para la recepción de la denuncia, la atención que debe brindarse
a denunciantes menores de edad, las condiciones imperantes en la investigación
preliminar y el modo de actuar en los allanamientos. Además da instrucciones
precisas acerca de qué tipo de dispositivos electrónicos deben secuestrarse,
cómo manipularlos para evitar pérdida de información y de qué forma garantizar
una cadena de custodia que reduzca las posibilidades de futuras nulidades en el
marco de la causa judicial.
Asimismo indica que el trabajo judicial debe realizarse
sobre copias del material obtenido, procurando preservar el original de manera
inalterable y puntualiza cuál es la prueba que puede ser susceptible de
secuestro entre la que nombra los chats y blogs, juegos infantiles o de
contenido sexual, registro de actividad en internet y directorios de archivos
encriptados. Agrega además cualquier tipo de papel que contenga contraseñas anotadas,
notas y manuales.
Entre otros aspectos, el protocolo destaca que para
llevar adelante este tipo de casos, los fiscales podrán hacer uso de los medios
de investigación dependientes de la Procuración General y requerir, de ser
necesario, la colaboración con agencias provinciales, nacionales o
internacionales especializas en la materia.
23 enero 2025
Judiciales