Un hombre de Villa Regina fue condenado por abusar
sexualmente en dos ocasiones de una joven a la que conocía desde pequeña. El
acusado era un amigo muy querido por todo el grupo familiar y compartía con la
víctima y su familia las actividades de la iglesia, donde además el sujeto
dirigía el coro parroquial.
La acusación que formularon el fiscal de Villa Regina y
el abogado querellante que representó a la joven pudo acreditar que al menos en
dos oportunidades, entre 2017 y 2018, el hombre sujetó por la fuerza a la chica
y la besó y tocó partes de su cuerpo contra su voluntad.
El juez Fernando Sánchez Freytes, tras el juicio de
cesura, le impuso al hombre la pena solicitada por la fiscalía, que fue de un
año de prisión. Valoró algunas de las atenuantes enumeradas por la defensa y
consideró como agravantes que los abusos fueron "sorpresivos" para la
joven y separados en el tiempo, que utilizó violencia física para sujetarla y
que todo se produjo en un contexto de violencia de género. También pesó como
agravante la diferencia de edad (él es casi 10 años mayor), y el
"aprovechamiento de la confianza que le brindó la familia de la
víctima", donde lo trataban “como un hermano”. La chica, además, tiene
rasgos de personalidad que la hicieron especialmente vulnerable a los ataques.
Por último, el juez consideró como un agravante que el hombre haya sido
"el director del coro y diácono de la iglesia a la que concurría la
familia".
En el juicio se valoró especialmente el testimonio de la
víctima, de una hermana y de los profesionales que la asisten, además de las
pericias psicológicas. Para el juez, el relato de la joven fue “coherente,
seguro, firme, se descartan errores de percepción, animosidad, intencionalidad
o mendacidad deliberada de su parte”.
El hombre fue declarado culpable del delito de
"abuso sexual simple, dos hechos en concurso real, y en un marco de
violencia de género" a la pena de un año de prisión en suspenso y el pago
de las costas del proceso. El magistrado aclaró que no se impusieron más medidas
porque no fueron solicitadas por las partes y los jueces tienen prohibido
imponerlas de oficio.
Cuando la condena se encuentre firme, el hombre será
registrado en el Registro Provincial de Agresores Sexuales (ReProCoins)
El fallo dictado a finales de junio no está firme puesto
que las partes aún tienen plazo para interponer recursos. La defensa había
solicitado en primer lugar la absolución del acusado, afirmando que todo fue
una “fabulación basada en un cuadro de salud mental de la denunciante”. En el
juicio de cesura pidió la pena mínima legal, que es de 6 meses de prisión.
Mientras tanto, la parte querellante impulsa la
continuación de otro proceso para investigar hechos similares que habría
sufrido la misma víctima, por parte del mismo sujeto, pero a muy temprana edad.
Sobre la denuncia de esos hechos existe un planteo de prescripción que fue
recurrido por la querella.
17 enero 2025
Judiciales