Un hombre conducía su moto
por la Avenida Caseros cuando al llegar a la intersección con la calle J. J.
Biedma chocó contra una camioneta que ingresó a cruzar la avenida de manera
intempestiva. Aunque el motociclista
trató de esquivarla, no pudo evitar la colisión. El conductor de la Ford Ranger
fue declarado responsable del siniestro porque el caso encuadró en una de las pocas
excepciones en las que se “pierde” la prioridad de paso de quien circula por la
derecha.
El impacto fue de lleno
sobre la puerta del conductor y causó la explosión del vidrio de la ventanilla.
El hombre de la moto cayó sobre el asfalto y sufrió fuertes golpes. En el
centro médico donde fue asistido le diagnosticaron varias fracturas, rotura de
ligamentos, un desgarro y politraumatismos que demandaron luego dos cirugías.
El conductor de la Ranger
alegó en respuesta a la demanda civil la “culpa exclusiva de la víctima” y
cuestionó que el afectado circulaba sin casco. Lo mismo sostuvo su aseguradora,
que fue citada al proceso.
Una pericia explicó que la
camioneta “estaba realizando el cruce de la Avenida Caseros, atraviesa la
primera mano, y cuando estaba ingresando a la segunda mano es golpeado por la
motocicleta en su puerta delantera izquierda”. Un testigo expresó además que el
conductor de la camioneta ingresó a la Avenida con el objetivo de incorporarse
al tránsito de la segunda mano, es decir, que “pretendía el giro a la
izquierda”.
Pericia y prioridad de paso
El perito que analizó el
accidente sostuvo que el conductor de la Ranger debió circular con mayor
diligencia. “Para girar e integrarse al tránsito con dirección al centro de la
ciudad, obliga al demandado a mirar para ambos lados y cuando mira a su derecha
para observar los vehículos que vendrían transitando por la mano de ingreso al
centro, la que él quería tomar, hace que su mirada se dirija hacia esa mano (su
derecha) entonces pierde de vista los vehículos que venían avanzando desde su
izquierda continuando con la ´caravana´. El tránsito es dinámico y mientras
miramos, los vehículos se mueven y avanzan”.
Concluyó que la causa del
choque fue “el factor humano” aportado por el conductor del vehículo mayor,
quien ingresó “a una calle de mayor importancia con doble sentido de
circulación sin haber adoptado todas las medidas de precaución necesarias”.
El informe pericial explicó
que el caso encuadra en una de las excepciones a la prioridad de paso de quien
circula por la derecha. En este caso, la derecha era de la camioneta pero su
prioridad se pierde porque el conductor había “detenido la marcha” con el fin
de “girar” para incorporarse a la avenida.
El artículo 41 de la Ley
Nacional de Tránsito dice que “Todo conductor debe ceder siempre el paso en las
encrucijadas al que cruza desde su derecha”, pero enumera luego una serie de
situaciones puntuales donde esa prioridad “se pierde”. Una de ellas es,
justamente, cuando “se haya detenido la marcha o se vaya a girar para ingresar
a otra vía”.
Incapacidad permanente
Pese a los tratamientos
médicos, el motociclista, de 46 años, quedó con una limitación funcional de la
muñeca derecha y la rodilla izquierda, con dolor crónico, debilidad muscular en
una pierna y dificultad para caminar. Sufrió también un cuadro de estrés
postraumático, con depresión leve, insomnio, pesadillas y ansiedad. La pericia
médica confirmó una incapacidad permanente y definitiva del 29,48%.
Tras analizar todos los
elementos, un juez Civil de Viedma condenó al dueño de la camioneta y a su
aseguradora, en la medida de la cobertura, a indemnizar al motociclista con una
suma cercana a los 5 millones de pesos, más los intereses acumulados desde el
día del accidente. El resarcimiento incluyó la incapacidad laboral
irreversible, el daño moral, los gastos de farmacia y la privación de la moto.
17 enero 2025
Judiciales