El tribunal de Cipolletti formalizó la lectura de la sentencia que condenó a prisión perpetua a Horacio Espinoza por el doble femicidio ocurrido en diciembre de 2024 en el barrio 432 Viviendas. Si bien la pena comenzó a cumplirse de manera inmediata tras el fallo del 31 de diciembre, la resolución definitiva fue leída en audiencia pública en las últimas horas.
Espinoza fue hallado penalmente responsable de homicidio triplemente calificado por ser criminis causa, con alevosía y femicidio, en concurso real. La investigación determinó que el 12 de diciembre ingresó a la vivienda de las víctimas con la intención de apoderarse de una suma de dinero, aprovechando la confianza que le tenían. Una vez dentro, las atacó con un cuchillo, provocándoles heridas mortales, y luego registró el domicilio en busca de dinero y objetos de valor antes de huir.
Las pruebas presentadas durante el juicio incluyeron testimonios de vecinos, registros de cámaras de seguridad, peritajes y la confesión del acusado. Testigos declararon haber escuchado pedidos de auxilio provenientes del departamento de las víctimas y vieron a Espinoza salir del edificio con una bolsa donde posteriormente se encontraron elementos relacionados con el crimen. También se confirmó que el mismo día del hecho utilizó parte del dinero robado para pagar una deuda de expensas.
El tribunal consideró determinante el registro de cámaras de seguridad que captaron los movimientos del acusado antes y después del crimen, la presencia de rastros de sangre en los billetes utilizados para saldar su deuda y la coincidencia de una huella de calzado hallada en la escena con las zapatillas secuestradas en su domicilio. Además, un informe médico forense determinó que Espinoza tenía heridas compatibles con un forcejeo con las víctimas.
La sentencia ratificó la calificación del delito como homicidio criminis causa, al considerar que el crimen se cometió para consumar el robo y garantizar la impunidad. También se aplicaron los agravantes de alevosía, dado que el ataque fue sorpresivo, y de femicidio, por el vínculo de confianza que el acusado mantenía con las víctimas.
La defensa no presentó objeciones a la calificación legal establecida por la fiscalía y su representado aceptó la responsabilidad de los hechos. Un informe psicológico determinó que comprendía la criminalidad de sus actos y estaba en condiciones de afrontar el proceso judicial.
Con la lectura de la sentencia, se formalizó el fallo que impone la pena de prisión perpetua, con accesorias legales y costas procesales.
21 marzo 2025
Judiciales