El hecho se registró poco después de las 11 horas, en el edificio que dicho organismo posee en la calle Irigoyen, una de las arterias que sirve de ingreso a la ciudad y que es muy transitada en todo momento, particularmente a esa hora.
Según los primeros relatos, los malvivientes actuaron con sus rostros parcialmente cubiertos. Ingresaron a las oficinas, amenazando con sus armas de fuego y pidiendo el dinero disponible en el Registro y el que poseían los clientes (alrededor de 30 personas). Dos de los ladrones se dirigieron al sector de oficinas, mientras que el resto se ‘ocupó’ del área destinada a los clientes.
En medio de insultos y amenazas obtuvieron todo el dinero posible y los teléfonos celulares. Antes de huir -alrededor de 40 minutos después de haber ingresado- se hicieron de las llaves de uno de los empleados, en cuyo vehículo escaparon. El auto luego fue hallado a sólo dos cuadras del Registro.
Tres de los cuatro delincuentes tenían sus rostros semicubiertos, mientras que un cuarto actuó a cara descubierta. También tres de ellos se encontraban armados con, de acuerdo a los testimonios de las víctimas, pistolas 9 milímetros.
Un dato llamativo es que para paralizar a las víctimas los maleantes utilizaron algún tipo de gas, que arrojaban a los ojos.
El Secretario de Seguridad del municipio, Jorge Catellani, se mostró sorprendido por el hecho y consideró que los autores “no son de la Comarca”.
“Es, evidentemente, una banda muy profesional, que ha hecho logística y estudio los movimientos y horarios de este lugar”, añadió.
Si bien no se dieron datos oficiales, se estima que los ladrones pudieron alzarse con más de 40.000 pesos.
2 septiembre 2024
Patagones