El arquitecto (que acompaña a Ricardo Curetti en la comuna desde 1999) siempre dejó en claro que prioriza su familia antes que al trabajo. De ninguna manera desea perderse la infancia de sus hijos. Y ser intendente de una localidad ubicada a 1.000 kilómetros de la capital provincial provoca viajes permanentes y, por consiguiente, alejamiento de la familia. Es casi inevitable.
Es por ello que un político de Patagones con esta escala de valores tiene un techo en el estamento municipal: una secretaría.
Echarren llegó a ese lugar y parecía sentirse bastante cómodo. Curetti es su jefe político, su guía, su amigo. Seguramente se habría quedado mucho tiempo más si el actual Administrador de Vialidad Provincial permanecía en la intendencia.
El alejamiento del ‘mandamás’ y la victoria del peronismo en Río Negro cambiaron las cosas.
A finales de enero llegó el ofrecimiento desde la vecina provincia, pero le llevó más de un mes y medio tomar una determinación.
Muchas cosas, seguramente, evaluó. Después de ese tiempo decidió que era el momento de dar un paso al costado, dejar crecer a sus colegas (recomendó a Garcés nombrar como Secretario de Hacienda a Daniel Bengochea) y “cambiar de aire” asumiendo una subsecretaría en el ministerio de Obras Públicas rionegrino.
Pero quizás esos no hayan sido los únicos motivos.
Es muy probable que la forma de gobernar de Jabier Garcés no le agrade del todo. Es posible que un profesional con esa prolongada experiencia en la función pública no digiera totalmente tener que subordinarse a las órdenes de un político novato, que llegó a la intendencia sin haber sido elegido por la gente para ello, aunque haya llegado por los caminos administrativos y legales válidos y correctos.
Puede ser casualidad, pero la semana pasada Garcés marcó la cancha al decir que los funcionarios de su gabinete deben dirigirse a él. El mensaje fue para aquellos que levantaban diariamente el teléfono para hablar con Curetti. Menos de una semana después Echarren presentó su renuncia.
Se va el funcionario más ‘curettista’ de todos.
Era imaginable que Garcés comenzara a armar su propio equipo con el correr del tiempo, pero el ex bancario está moviendo piezas (o haciendo que se muevan) a gran velocidad.
Los funcionarios importantes en el ‘período Curetti’ se han ido o están ‘pisados’. Tienen mucho menos poder, casi no figuran.
Seguramente seguirán la ruta de Echarren.
Garcés abre un nuevo camino. Sólo habrá que ver si el titular de Vialidad bonaerense lo deja.
26 noviembre 2024
Patagones