Así lo revelaron este martes fuentes judiciales y precisaron que la resolución fue dictada por el juez federal de Bariloche, Leónidas Moldes, quien además rechazó un pedido de declaración indagatoria de los tres directivos, que había elevado la querella, representante de los deudos.
Los beneficiados con la "falta de mérito" -permanecen en una situación intermedia, entre el sobreseimiento y el procesamiento-, son Danilo Alberto Pojmaevich, Horacio Gabriel Angeli y Juan Alberto Nyffenegger, gerente, presidente y vicepresidente de Sol Líneas Aéreas, respectivamente.
Para el juez, de momento, "el cúmulo de evidencias y en especial la peritación no han aportado razones para incrementar el grado de sospecha" sobre los ejecutivos. Así como tampoco, sostuvo, "es posible afirmar que el comportamiento de los nombrados con relación al lamentable suceso que ocupa estos actuados pudiera aparecer unido causalmente al suceso de modo tal de reputarlos como probables autores del hecho".
La querella había pedido que declaren acusados del delito previsto en el artículo 190 del Código Penal, que reprime al que "a sabiendas ejecutare cualquier acto que ponga en peligro la seguridad de una nave, construcción flotante o aeronave" a su vez calificado por el resultado muerte según el último párrafo del mismo texto legal.
Según la "caja negra" analizada por la Junta de Investigaciones de Accidentes de la Aviación Civil, los pilotos comentaron minutos antes de la tragedia que la pérdida de altura se debía a que "no sirve este avión para esta ruta" y lamentaron que los dueños de Sol Líneas Aéreas "no lo quieren entender".
"Es como que está pegando hielazos por todas partes", "Carga mucho. Carga más de lo que desprende", "Yo tengo abajo en el medio, viste. No lo desprendió bien", se escuchaba decir a Juan Raffo y Adriano Bolatti al comentar el hielo formado sobre la máquina. "Mirá boludo el bodoque que se te formó, no lo puedo creer", dice uno de ellos, mientras el otro responde: "Un poquito en el parabrisas, podemos hacer una estalactita".
En tanto, el otro agregó: "¿sabés lo que debe ser la panza del avión?" "Nos tendríamos que haber quedado Juan hoy, era para que se rompa el avión, te quedás cuando está lloviendo, frío", dijo uno de los tripulantes a las 20.52, dos minutos después del último contacto con la torre de control, en el que pedían permiso para descender.
La pericia reveló que su compañero sostuvo 10 minutos después: "Estos no saben lo que es volar en esta zona con estos aviones, te estoy hablando de estos aviones".
La aeronave matrícula LV-CEJ, un Saab 340 A a hélices de la empresa Sol Líneas Aéreas, despegó el 18 de mayo de 2011 del aeropuerto de Neuquén, en vuelo a Bariloche, pero al sobrevolar el paraje Prahuaniyeu, en Río Negro, se precipitó a tierra, donde se calcinó por completo.
21 diciembre 2024
Judiciales