Insólito: están presos y seguirían amenazando a la víctima

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Cabe recordar que por este hecho están imputados el policía rionegrino Carlos Ojeda y Pablo Lagos, ambos con prisión preventiva hasta el día del juicio.
Sin embargo, Sigilli dio a conocer que continúa sufriendo las consecuencias de los delincuentes.
“La semana pasada llamaron desde el penal a mi esposa y al negocio de mi hija, obviamente no atendimos porque avisa que es de un servicio penitenciario, y en el día de la fecha (por ayer) mi esposa recibió varios mensajes amenazantes desde un celular de Bahía Blanca”, dijo Sigilli.
Agregó que uno de esos mensajes “decía que debía llamar el jueves a un teléfono de esa ciudad, sino la íbamos a pasar mal. Averiguando di con el titular del teléfono: un estudio jurídico. Hablé con el secretario y más tarde me llamó el abogado penalista, pidiéndome disculpas y diciendo que el no tenía nada que ver, que Ojeda le había solicitado su defensa y que el le pidió $ 10.000, ante lo cual Ojeda le pidió que hablase con su hermano. Que mañana renunciaría a defenderlo”.
“Esto es de locos, para los que defienden los derechos humanos de los presos, dales un teléfono y que sigan jodiendo a sus víctimas. No cuentan que no les tengo miedo y si siguen jodiendo no me voy a conformar con lo que diga la justicia, no sé si soy claro”, advirtió el vecino de Patagones.

Vale recordar que el 20 de mayo del año pasado–aproximadamente a las 13:15- SIgilli, de 53 años de edad, fue sorprendido por un malviviente al ingresar a su vivienda, en pleno centro de esta ciudad, quien le disparó.
La víctima pretendía guardar el vehículo en el garaje de la calle Doctor Baraja al 200. Un delincuente que se encontraba dentro de la propiedad quiso escaparse del lugar, pero se cruzó con el dueño.
Al verlo, tomó la billetera de Sigili, pero se produjo un forcejeo que terminó con el delincuente disparando con un arma de fuego a su víctima. El proyectil perforó la mano de la víctima y la misma bala ingresó en el abdomen.
Vecinos del lugar que observaron la situación y peatones que circulaban por el lugar alcanzaron y redujeron al delincuente, a quien tenían controlado. En ese momento un auto marca Renault se detuvo y se bajo un hombre identificándose como un policía, diciendo que se haría cargo del operativo.
El delincuente entró al auto por voluntad propia. Cuando el policía pretendía retirarse con el delincuente, uno de los ciudadanos que redujo al asaltante le dijo que se olvidaba el arma y la capucha con la que se había cubierto la cara.
El policía se dirigió a la Estación Comunal y dijo que el asaltante, en un descuido tomó el arma y le apuntó a la cabeza. "Llévame a las 1016", le habría dicho. Por lo que el agente acató y luego se dirigió a la Comisaria de Patagones.
Una vez en la unidad policial, quedo en carácter de demorado. El propio Jefe de la Policía de Río Negro contó la participación del agente en el suceso. Autoridades de la Regional Primera informaron que el policía fue desafectado inmediatamente y pasado a disponibilidad por intervenir en un hecho que no corresponde a su jurisdicción y por querer llevar al detenido a Viedma, cuando el hecho se registró en Carmen de Patagones.
En cuanto al policía detenido, es un cabo que prestaba servicios en el Balneario El Cóndor y se llama Carlos Ojeda.

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