Tras la destacada visita, desde el Frente Grande Río Negro, también se elaboró y dio a conocer un documento en repudio al agravio e irrespetuosidad manifestado hacia la Dra. Adriana Puiggrós por el periodista Ricardo Roa, en la nota publicada por el diario Clarín “El problema que tenemos y no vemos” (de fecha 14 de julio pasado).

"CUANDO CON VILES AGRAVIOS PERSONALES SE PRETENDE NEUTRALIZAR EL DEBATE DE IDEAS"

Desde el Frente Grande Río Negro manifestamos nuestro total repudio al agravio e irrespetuosidad manifestado hacia la Dra. Adriana Puiggrós por el periodista Ricardo Roa, en la nota publicada por el diario Clarín “El problema que tenemos y no vemos” (de fecha 14 de julio pasado). En ella, el editorialista, transcribe un denodado y constante esfuerzo por apoyar e inducir la implementación de recetas neoliberales en materia educativa, en un intento pupérrimo por desacreditar a la Dra Puiggrós. Una reconocida licenciada y Master en Ciencias de la Educación y Doctora en pedagogía, quien en su muy destacada nota “El perfecto negocio de la educación” (publicada en Página 12, de fecha 13 de julio de 2016), aporta datos sumamente relevantes para comprender y develar qué es lo que se esconde detrás de la tan nombrada “Calidad de la Educación”.

Al editorialista, no le alcanza con fogonear propuestas educativas que desincentivan la inversión y la responsabilidad del Estado en materia educativa. Va aún más allá, delineando una discursividad que apunta a sostener la entrega al mercado de aquellos aspectos que sean lucrativos. Y, como si esto fuera poco, también abona el arancelamiento de la universidad en su nota periodística. Le preocupa y molesta la gratuidad universitaria, como puede leerse en su artículo “En educación, un país con aplazos”, publicado también en el diario Clarín (el 13 de mayo de 2016).

En este sentido, cabe traer a colación lo expresado por la Dra.  Puiggrós: “…Evaluar ahora resulta un negocio redondo: inscripto en el discurso pedagógico neoliberal, el término se torna medir para tasar, poner precio a cada trozo del proceso educativo. De eso se trata. La “reforma” consiste en habilitar el sistema público para que la modernización tecnológica quede en manos de las empresas de informática, se establezcan aranceles para favorecer los préstamos usurarios de los bancos a las familias, se privatice la administración de contrataciones de docentes y personal administrativo. Como corresponde a la lógica empresarial, hay que bajar costos.”

En resumen, a través de una editorial corporativista y mediática, se pretende neutralizar el debate de ideas -que con gran altura propone la Dra. Puiggrós-, cayendose en viles agravios a su persona. Así, a través de una escasa aptitud de debate intelectual y con alta picardía mediática, el editorialista pretende confundir al lector con propuestas altruistas. Postulados, terminan reduciéndose a meras propuestas que ven en la educación nuevos negocios y desinversión educativas; tales como las que ya vivimos en los ’90.