La Municipalidad de San Antonio Oeste, a través de la Dirección de Cultura, y la comisión de Asuntos Históricos entregaron un reconocimiento a dos vecinos que formaron parte de la comisión permanente del agua, por estar comprometidos e involucrados en el proceso que arrojó nuevas esperanzas al pueblo. Se trata de Pantaleón Gómez y Julio Alonzo.
Julio Alonzo, agradecido por el reconocimiento, recordó que ellos formaron parte un grupo más amplio, alrededor de 14 personas, y que fueron escogidos por el pueblo para verificar el funcionamiento de la construcción que permitió traer el agua a San Antonio.  
Por otra parte, Pantaleón Gómez también dirigió unas palabras a los presentes. Al recordar aquellos años, en que los vecinos se reunieron y trabajaron juntos para conseguir la llegada del agua,   pidió al pueblo de san Antonio que “seamos más unidos”.
Un día como hoy, pero de 1972 el pueblo estaba de fiesta porque había llegado la anhelada inauguración del Canal Pomona-San Antonio, el mismo que hasta la actualidad nos provee de agua.
Por este motivo, el reconocimiento fue extendido a los trabajadores miembros del antiguo DPA, quienes también forjaron esta historia y acompañaron los diferentes procesos de transformación cualitativa que se desarrollaron en estos 44 años, según explica la comisión de Asuntos Históricos. Los homenajeados fueron:
Ojeda, Juan Omar; Osovnikar Abel Eduardo; Painitru Raúl; Domínguez Pablo Antonio; Benitez Miguel; Froilan Alfredo Antonio; Fanelli Lelio; Calfin Ricardo; Vega Julio Argentino; Fuentes Gustavo Fabián; Navarro Alicia Gladys; Gilavert Luciano Domingo; Dangelo Roque Pascual; Bonillo Nieves; y Nahuel Miguel.
Luego, el presidente y el representante de la Comisión de Asuntos Históricos, Adrián Osovnikar y Carlos Calvisky respectivamente, brindaron unas palabras al público presente.
Para culminar el acto los presentes se trasladaron hacia la Fuente de Agua que se encuentra frente al palacio municipal y que es símbolo de la inauguración del Canal Pomona-San Antonio. Allí, se procedió a descubrir una placa que lleva la leyenda: “Abrió camino a la esperanza, a la dignidad por vivir. Trajo alivio a la tierra con futuro y porvenir. Desde allí nuestros longevos pudieron mojar sus rostros, en aguas frescas y propias del camino por venir”.