El rodado, una Ford Ecosport, había sido dejada estacionada en la zona próxima a la costa.
Alrededor de las 13.30 la marea comenzó a subir, y cuando su dueño buscó sacarla las ruedas se atascaron en la arena húmeda, contó un testigo.
Algunas personas que se encontraban en las inmediaciones se acercaron a colaborar para retirarla. Hicieron varios intentos tirándola con otros vehículos y hasta colocando maderas para que pudieran desplazarse los neumáticos, pero fue imposible.
Cuando el nerviosismo llegaba a su punto máximo con el agua en franco avance, apareció un tractor utilizado para movilizar las lanchas artesanales, que con su fuerza pudo extraer la camioneta. Para esto las olas ya golpeaban por la mitad de la carrocería.
En la maniobra también participaron integrantes del cuartel de Bomberos Voluntarios del puerto, convocados ante la urgencia.
Según trascendió en el lugar, los visitantes son buzos deportivos que habrían estado sumergidos, pues lucían los trajes con que se practica la disciplina.
Estaban tan asustados por el incidente, que ni bien lograron desencajar el vehículo partieron raudamente sin dar las gracias.
El accidente que padecieron suele ocurrir habitualmente. Son en su mayoría protagonizados por visitantes que desconocen el comportamiento marino con exceso de confianza.
FUENTE: El Mallín

22 octubre 2019
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