“El 2016  cierra con una caída que comenzó a inicios de año y que nunca se logró revertir, y eso ha obligado a recurrir a herramientas de financiamiento de corto plazo y ese contexto sigue vigente”, comentó el presidente del bloque de Juntos Somos Río Negro (JSRN), Alejandro Palmieri.

Remarcó que “el presupuesto 2017 tiene un déficit importante comparado con años anteriores, pero que viene condicionado por componentes externos a la recaudación provincial como son los indicadores nacionales y las perspectivas de ingresos por coparticipación”, y reiteró que “no se van a hacer ajustes, ni con empleados ni con municipios,  y sobre todo vamos a garantizar la paz social, con todos los programas de gobierno en marcha”.

Solo por modificar el mínimo no imponible de Ganancias a comienzos de año, la provincia perdió 600 millones, y de aprobarse la propuesta del Ejecutivo que está en Diputados, habría otro recorte de 260 millones.

En cuanto a la coparticipación, los recursos nacionales de los últimos 12 meses subieron 25% con una inflación en torno al 35% por ciento.
Para Kremer, algunos números del presupuesto nacional “parecen a priori de difícil cumplimiento”, sobre todo la meta de crecimiento en torno al 3%, cuando el 2016 terminaría con una caída del PBI del 2,1%.

“Vemos un poco difícil que se den esas metas”, dijo el funcionario ante un auditorio que siguió con detenimiento su presentación. 

“Este año cerramos con déficit, y el año que viene, partiendo de la situación actual, también vamos a terminar con déficit. Por eso estamos previendo la financiación correspondiente”, sostuvo el ministro.

Palmieri adelantó que “no vamos a recurrir a ninguna medida de ajuste y esperamos que estas medidas sean coyunturales, que esto mejore, que la actividad económica retome un ritmo de crecimiento necesario. Tal vez estos indicadores actuales se reviertan y estemos hablando de otra cosa a fines del año próximo”.

Aclaró, sobre el proyecto, que “el ministerio está obligado a presupuestar sobre bases reales, pero lo más importante es que no se piensa recurrir a medidas de ajuste, y que vamos a cumplir con todos  los compromisos asumidos”.

A pesar de este marco, en la previsión de gastos del Estado, que rondará los 38.000 millones para el año próximo, se contemplan 3.900 millones de gastos de capital, con casi 3.300  de obra y equipamiento.