"Nos sentimos estafados en nuestra buena fe. Si bien es potestad del municipio rescindir el contrato, es su obligación hacerlo en los plazos que posibiliten a la empresa readecuar su inversión y su cadena de pagos, cosa que no sucedió. Siempre creímos en la voluntad que expresaron los funcionarios comunales de dar continuidad a la relación con Autobuses Bariloche", aseguró el apoderado de la empresa, Lucas Fernández.
"Otra demostración que no deja lugar a dudas es el testimonio que brindó Marcelo Ruival a medios de prensa, asegurando que a los pocos días - mencionó una semana- se firmaría el contrato para la continuidad de nuestra prestación. A tal punto es así, que el contrato que aprobó el concejo es idéntico al que consensuamos con Ruival; hasta los mapas de recorridos tienen el logo de Autobuses Bariloche", agregó Fernández.
A partir del avance de las negociaciones y el compromiso expreso del municipio local de extender el contrato por varios años más, la empresa decidió la compra de unidades 0 km, asumiendo compromisos económicos a tal efecto.
El monto solicitado en la demanda no incluye los planteos por diferencias tarifarias que se presentaran esta semana, teniendo en cuenta que el municipio autorizó tarifas que están por debajo del estudio de costos presentado, generando un nuevo perjuicio económico para la compañía de transporte.
En ese sentido, la firma rechaza y se opone a las expresiones vertidas por el Intendente Municipal Gustavo Gennuso y sus funcionarios en la conferencia de prensa del 1 de noviembre, donde se anunciara la interrupción abrupta del contrato.
Por último, la empresa entiende que las medidas tomadas este mediodía por el gobierno municipal, de la mano de su jefe de gabinete, Pablo Chamatrópulos, responden a una reacción de la demanda presentada. Asimismo se ratifica que el servicio que se presta a diario en la ciudad es el mismo que hace 2 años.
22 octubre 2019
Interés General