Recordó que en campaña, el Presidente había prometido que los trabajadores no iban a pagar impuesto a las ganancias; sin embargo en marzo fijó a través de un decreto un mínimo no imponible que duplicó la cifra de trabajadores que pasaron a pagar esta tributación.
Por otra parte, destacó la deducción por zona desfavorable para las trabajadoras y los trabajadores de la Patagonia. “Es un aspecto central, que vengo solicitando desde mi anterior mandato en como Diputada Nacional y durante toda mi gestión en esta Cámara Alta”.
Agregó que “el mínimo de 45000 pesos, lejos de constituir un privilegio implica un reconocimiento práctico del derecho constitucional de igual remuneración por igual tarea y es una forma de promover la radicación de los trabajadores al sur de nuestro país”.
Hizo hincapié en la iniciativa que había obtenido media sanción en la Cámara de Diputados y no prosperó en el Senado: “Estábamos ante una oportunidad histórica para que el impacto fiscal se equilibre a través de una serie de gravámenes progresivos”.
“La reinstauración de retenciones a la minería, el gravado a la renta financiera o la aplicación de un impuesto a los inmuebles improductivos eran una forma concreta de compensar el déficit fiscal y romper con la concentración de la riqueza en detrimento de los trabajadores de nuestra Patria”, finalizó.
22 octubre 2019
Interés General