Se trata de un programa de emergencia hídrica que se realiza por los bajos caudales que se registran en los ríos y en los embalses del Comahue, además de los pronósticos de aportes hídricos.
El titular del DPA estimó esta situación “se mantendrá durante los próximos meses, por eso estamos trabajando en el seguimiento que se basa en la determinación de la concentración bacteriológica (Escherichia Coli)”.
En este sentido añadió que “las tareas consisten básicamente en la recolección mensual de muestras de 30 sitios ubicados sobre los ríos Neuquén y Negro, en jurisdicción de la provincia de Río Negro”.
Asimismo, se realizan estudios en los sitios de las obras de captaciones de agua cruda para los servicios de distribución de agua potable y en las áreas de descarga de colectores de drenajes, pluviales, efluentes industriales y cloacales que llegan a los ríos.
De este modo, a medida que se van obteniendo los resultados, son evaluados e informados a las autoridades, con el fin de optimizar las tomas de decisiones en relación a los usos a los que se destina el agua de dichos cursos.
Este Programa de Emergencias Hídricas se puso en marcha en septiembre pasado y tendrá continuidad hasta tanto se restablezcan los caudales normales en los ríos de la cuenca.
En tanto, el DPA ha procedido a la aplicación de multas a aquellos establecimientos industriales que se encuentran incumpliendo con la reglamentación vigente en lo que respecta al tratamiento y vuelco de sus efluentes a los cuerpos hídricos.
Esta tarea, se enmarca en “El Código de Aguas” que establece un sistema sancionatorio aplicable a las industrias, basado en el costo del tratamiento de efluentes y el procedimiento a seguir ante la comprobación de infracciones. También, fija el procedimiento de multas por contaminación aplicable, cuando a través de los muestreos de control de la calidad del agua residual, se compruebe el incumplimiento con los límites a los parámetros de vuelco en los distintos cuerpos receptores.
22 octubre 2019
Interés General