La afluencia de veraneantes fue constante, recibiendo un total 1.704 turistas en las diferentes Oficinas de Informes Turísticos. De ese total, 1.013 pasaron por las oficinas de Viedma, mientras que 691 realizaron consultas en El Cóndor.

La mayoría de los visitantes provienen de Capital Federal o ciudades de la provincia de Buenos Aires (64 por ciento), de la región Patagónica (13 por ciento), del Centro y Norte del país (13 por ciento). Los restantes fueron extranjeros.

Como todos los años, se observa una gran presencia de familias (58%), parejas (32%), en menor medida grupos de amigos (4%), contingentes (3%) y viajeros solitarios (3%).

En esta temporada se refleja un incremento del turismo recreacionista, visualizándose con mayor afluencia durante los fines de semana. Los veraneantes disfrutan de las playas y de las actividades deportivas y culturales que organizó la Municipalidad de Viedma para esta temporada estival.

Respecto a las plazas ocupadas, 14.786 pernoctes se hospedaron en Viedma y El Cóndor. De ese total 2.630 lo hicieron en hoteles, 1.979 en residencias y hospedajes, 574 en apart, 6.789 en departamentos y 2.814 en camping.

Sobre las expectativas para la segunda quincena, se destaca la importancia de los espectáculos musicales, en el marco de la Fiesta del Mar y el Acampante.

Como todos los años , el estado municipal redobla los esfuerzos, genera productos turísticos para motivar al sector privado a desarrollar más oferta receptiva , invierte en actividades masivas y desarrolla una agenda integral de actividades para toda la familia.

Esta temporada Viedma sumó nuevos territorios, incrementando las prestaciones de servicios, trabajando en mecanismos de fiscalización que incrementen la calidad de la oferta alojativa, generando productos turísticos sustentables, tales como avistajes de aves, o la noche de los bares, que tienen como objeto promover, en el sector privado, conductas similares orientadas a la oferta receptiva.

Además, se trabaja en nuevas líneas de promoción vinculadas a los deportes de playa, que tienen por objeto minimizar el impacto que la estacionalidad propia de la Patagonia imprime a nuestro destino.