Los hermanos Dardo y Franco Balboa se quedaron con la quinta etapa que se disputó entre la estancia Don Andrés y la balsa de Guardia Mitre al cruzar en primer lugar la boya de llegada en la etapa contrarreloj a pesar de que habían salido detrás del resto de los botes de punta. El final no fue el típico donde los palistas ponen el máximo esfuerzo buscando dar el denominado palo, ya que el resto de los botes resolvieron tomar distancia de los neuquinos por los repetidos roces que vivieron en lo que va de la prueba y las sospechas de doping positivo que salpicaron a los líderes tras los análisis realizados tras el final del cuarto parcial.
El bote líder de los deportistas del Club CEPRON, llegó sólo escoltado por sus compañeros Joaquín Carbonell y Agustín Montecino.
Prácticamente juntos y a un ritmo tranquilo llegaron los otros cuatro botes que tenían expectativas de acortar distancias en la general como el de los históricos ganadores Nestor Pinta y Martín Mozzicafreddo; los europeos Kiko Vega y Jost Zakrajsek; los sudafricanos Clinto Devon Cook y Hamish Movemor; y Fernando Vázque y Maximiliano Dominguez de la Escuela Municipal de Patagones.
Más picante que la competencia estuvieron las declaraciones al término de la competencia el neuquino Balboa, sospechado de doping positivo a la espera de los resultados de la contraprueba, emitió comentarios lapidarios contra el comité organizador de la prueba y apuntó a favoritismos de la organización a favor de los palistas rionegrinos.
"Demostramos que estamos fuertes", sostuvo Franco Balboa, quien agradeció el trabajo en equipo con el bote de Asociación Italiana de Neuquén tripulado por Pascual Orellana y Germán Rikemberg, que les permitió llegar al pelotón de punta.
El neuquino y por ahora líder, se descargó contra la organización: "la regata es muy localista y quieren que se quede en Río Negro, nosotros estamos muy tranquilos, sabemos que lleva tiempo tener los resultados de un antidoping".
"Somos competidores leales, vengo de ser campeón del mundo, no vamos a manchar nuestros nombres por una regata regional, que es una regata que deja mucho que desear", criticó Franco Balboa.
"Todos los miembros de la organización se tienen que cambiar para que vuelva a ser la regata que supo ser. No tienen ningún juez ni árbitro internacional. Lo único que hacen es recaudar y dejar a los participantes a la deriva", disparó.
F. Balboa se manifestó disgustado porque "se hable mal de mi" y argumentó que "la regata va a tener que responder por todo lo que se habló".
Otro que a pesar de que trató de minimizar la cuestión se lo vió bastante molesto con la organización, pero por las sospechas de doping y la falta de sanciones, fue el varias veces ganador en K1 e integrante del último k2 ganador de la prueba, Kiko Vega: "no quiero hablar ni saber nada, es un tema de la organización", indicó, aunque advirtió que "será responsabilidad lo que ocurra el año que viene". "Esperamos responsabilidad por parte de la organizacion,lo que puede suceder es que no vuelva absolutamente nadie de otro lugar", cerró el europeo.
Tranquilo como siempre se lo vio a Martín Mozzicafreddo, quien explicó que la llegada se dio de esa forma porque acordaron junto a otros palistas alejarse de los neuquinos. "Nos separamos porque había mucho roce y mucho choque, preferimos viajar atrás tranquilos para no romper nada".
"Salimos a jugarnos, pero no se pudo", reconoció el beltranense, aunque remarcó que "vamos a estar siempre en la pelea y vamos a ver que pasa, hasta que se de el pitazo final no vamos a aflojar".
Mañana desde las 13 será el turno de la sexta y anteúltima etapa que se disputará entre Guardia Mitre y el Campo de la familia Malaspina, sobre una extensión de 30 kilómetros.
22 octubre 2019
Interés General