La construcción del Oleoducto Vaca Muerta Sur empieza a marcar presencia concreta en Sierra Grande y Punta Colorada, con movimientos visibles en los terrenos destinados a la obra y un creciente número de trabajadores incorporados a las tareas iniciales. El proyecto, que promete cambiar la matriz productiva de la región, comenzó su ejecución con las denominadas “tareas tempranas” y ya supera el centenar de empleados trabajando en el área industrial II de Sierra Grande.
Las obras en curso incluyen la limpieza del terreno, la apertura de caminos internos y la preparación de la superficie donde se instalarán los primeros tanques de almacenamiento. Según fuentes del sector, ya se liberó la vieja traza de la Ruta Nacional N°3 para facilitar el tránsito dentro del predio. En paralelo, se comenzó la construcción de un gran tanque de reserva de agua y se avanza en la logística necesaria para el montaje de los primeros dos tanques de crudo, de un total de veinte que están proyectados para esta etapa.
Con la firma del acuerdo entre YPF y la provincia de Río Negro —ratificado por la Legislatura el pasado 22 de mayo— se destrabó formalmente la inversión inicial de 60 millones de dólares, que incluye una cláusula de participación del 5% para el Estado provincial. Esta formalización era el paso necesario para acelerar los trabajos de infraestructura, tanto en tierra como en el mar, donde se instalará una monoboya de carga.
En Punta Colorada, el terreno destinado a la obra ya fue desmalezado y nivelado. Las dimensiones son significativas: se estima que cada tanque ocupará una superficie similar o mayor a una cuadra convencional. La zona, caracterizada por vegetación xerófila típica de la región, fue transformada para permitir el despliegue de una estructura industrial de gran escala.
El movimiento en el mercado laboral también empieza a notarse. Con el acompañamiento de organismos como la Secretaría de Trabajo y la UOCRA, se registran ingresos periódicos de nuevos trabajadores, mayoritariamente operarios locales, aunque también se requiere personal técnico y especializado que no siempre está disponible en la zona. Ingenieros, técnicos en seguridad e higiene, y supervisores son algunos de los perfiles que deben ser cubiertos con recursos provenientes de otras localidades.
Además de la empresa Milicic, que lidera las tareas iniciales, ya se encuentra en el lugar Técnicas Reunidas, la firma española a cargo de la construcción de las instalaciones clave del proyecto. Aunque aún no desplegó su máximo ritmo de trabajo, sus equipos ya operan en el sitio y aguardan por el inicio del montaje de los primeros tanques.
Mientras tanto, crece la expectativa por la posible llegada de materiales para la construcción desde el Puerto de Madryn, lo que generó polémica en el entorno del Puerto de San Antonio Este. Si bien no se ha confirmado oficialmente el destino ni la naturaleza exacta de los materiales descargados en Chubut, distintas fuentes sostienen que estarían destinados al proyecto en Punta Colorada. Esto genera preocupación por el rol que debería tener la infraestructura portuaria rionegrina en la logística de la obra.
Sierra Grande, epicentro del proyecto terrestre, aún trabaja en la adecuación de sus parques industriales, necesarios para acopio y transferencia de materiales. En la actualidad, empresas ligadas a la obra alquilan galpones y otros espacios en la ciudad mientras se avanza en la formalización de estos espacios estratégicos para sostener el ritmo de la inversión.
Con estos primeros avances, la obra del oleoducto comienza a tomar forma visible y tangible en el territorio rionegrino. Las próximas semanas serán clave para monitorear el despliegue total del proyecto, que promete reconfigurar el perfil económico y laboral de la región.

11 diciembre 2025
Río Negro