Cristina impone a Mariotto para acompañar a Scioli en la fórmula

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Hacia la madrugada de hoy, ningún funcionario provincial había hecho declaraciones públicas sobre la postulación de Mariotto, ni a favor, y menos en contra. El gabinete de Scioli apagó sus teléfonos durante buena parte del día y la noche. También los voceros. “No me atienden ni a mí”, admitió un importante dirigente bonaerense: “Saben que soy kirchnerista”, agregó, irónico y sincero.

Scioli había permanecido toda la tarde en el piso 19 del Banco Provincia, en la city porteña, esperando la nominación de su postulante a la vicegobernación. Mariotto aguardaba en Olivos. Un llamado lo advertía del ofrecimiento: acompañar al gobernador en el período 2011-2015. La formalidad con “el elegido” fue cumplida por Cristina, quien transmitió la novedad a Scioli.

El gobernador no podía creerlo. Ante las versiones periodísticas que mencionabna a Mariotto como su vice, Scioli llamó el viernes al funcionario para explicar los motivos de su resistencia: “No es nada personal, pero estoy buscando otro perfil de acompañante, vos sabés que te valoro” , le dijo, según pudo reconstruir Clarín .

La postulación de Mariotto representa una rigidización de la estrategia K en Buenos Aires. Aún con la intervención de Néstor Kirchner en los listados bonaerenses, en 2007 el vicegobernador Alberto Balestrini surgió de un acuerdo para articular los intereses del Gobierno nacional y el complejo entramado del PJ expresado en los intendentes del conurbano.

En alguna consideración partidaria, el titular Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual expresa la antigua identidad del “comisario político” de los regímenes cerrados. Un exceso, según los colaboradores de Scioli.

Ayer, desde el parlamento bonaerense abrían interrogantes sobre “la dinámica del consenso” que podría ofrecer Mariotto a partir de diciembre.

Hasta último momento, Scioli ofertó al acuerdo la candidatura de José Pampuro, como una salida intermedia. No prosperó, como tampoco su primer intentó con Cristina Alvarez Rodríguez, ministra de Obras Públicas.

Scioli aguardó el desenlace como un rehén político. Revistió su silencio, cuando el único tiempo que manejaba era la espera. Sólo la letanía de las horas. ¿Pondría, al menos, el nombre del primer diputado nacional? Negativo. Sería el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez.

El equilibrio de esa lista, especulaban optimistas, estaría marcado por el segundo, Mario Oporto, su Director General de Escuelas, y por la propia Alvarez Rodríguez, pero ambos conectan con la Corriente Nacional de la Militancia, antes que con el sciolismo.

Empiezan a develarse movimientos vinculados con la sucesión 2015. Cristina no tiene sucesor. Y Scioli imagina un posicionamiento que desde la Presidencia descartan. Mariotto a sus espaldas significa más que una señal.

Esta noche, la otra parte del capítulo electoral será completado por el anuncio del candidato a vicepresidente. Al borde del cierre de listas, la Presidenta determinará qué amplitud de criterio domina sus actos.

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