Entre 1943 y 1948, escasos cinco años, los trabajadores de la electricidad habían logrado forjar una organización sindical de alcance nacional, poderosa y respetada, partiendo prácticamente de la nada. En efecto, en 1943, existían solamente dos sindicatos de Luz y Fuerza: Tucumán (con 24 años de existencia) y Rosario (con 15 años), que habían perdurado gracias al esfuerzo y el sacrificio de hombres luchadores, que luego promovieron la formación de otras organizaciones en todo el país.
El titular del Sindicato de Luz y Fuerza de Río Negro y Neuquén, Antonio D’Angelo expresó que “en este día tan especial le decimos a los trabajadores lucifuercistas, que renovamos el compromiso con la lucha por mejores salarios y condiciones de trabajo, que la organización sindical, día a día promueve la solidaridad y el esfuerzo como una herramienta que consolida la relación entre dirigentes y afiliados, en busca de un solo beneficio; el bienestar de los trabajadores y sus familias”.
El dirigente indicó que “este 13 de julio le decimos a todos, muchas felicidades y que esta fecha sirva para reflexionar sobre la importancia de la unidad del gremio de Luz y Fuerza”.
FUENTE: Reporte Sindical
22 octubre 2019
Interés General