Los apicultores de esa zona mantuvieron el lunes pasado una reunión evaluativa en la que consensuaron que se ha perdido alrededor del 54 por ciento de las colmenas, teniendo en cuenta que de las 700 mil que existen en la provincia, un alto porcentaje esta en el Valle Medio, se pueden calcular las perdidas en centenares de miles de colmenas.
Cristina Rott, una de las máximas referentes del sector mencionó en diálogo con este medio que las causas por las que se han perdido tantas colmenas han sido caratuladas en tres: la ceniza volcánica. La biológica: por una fuerte presencia del acaro berroa. Y una tercera que es la conjunción de factores climáticos y biológicos: dado que la fuerte sequía reinante en la zona ha demorado la floración en las plantaciones y esto ha afectado a las abejas.
Un productor mencionó que cuando se habla de perdida se habla directamente de la muerte de las abejas o que se van hacia otras zonas más favorables las colmenas enteras siguiendo a su reina.
"En muchos casos se ha comprobado que las cenizas las mata, dado que al salir a buscar comida las termina asfixiando" mencionó uno de los productores, que sostuvo haber perdido la totalidad de las 17 colmenas que tenían.
Pero no sólo los productores vallemedienses han sufrido este fenómeno sino que apicultores de otras zonas que generalmente llegan con sus camiones cargados para esta época del año, luego de varias semanas, vieron como sus cajones estaban vacíos de miel. Y sin muchas de las colmenas.
Ante esta difícil coyuntura los apicultores enviaron una nota, con la evaluación de las perdidas que se han tenido hasta ahora, dado que se evalúa que estas pueden llegar a incrementarse de manera notable, a la secretaría de agricultura de la provincia, para que de el primer paso para la declaración de emergencia o desastre de la actividad y luego sea enviado correspondientemente a nación.
Los apicultores evaluaban dos opciones de ayuda urgente: la primera de ellas es la posibilidad que se les envíen núcleos de abejas -pero de nada servirían ante esta coyuntura climática y biológica, según especularon algunos productores- o un subsidio de 200 pesos por colmena perdida. Aunque hasta ahora no se ha determinado con certeza cuál sería la más beneficiosa.
En tanto se ha mencionado que las consecuencias de esta crisis pueden ser más profundas y afectar otras actividades como la fruticultura dado que ante la demora de la floración y la falta de abejas para la polinización se puede generar un fenómeno de maduración tardía o hasta de perdida de tamaño y de cantidad de fruta.-
Sergio Escalante
HOY VALLE MEDIO
22 octubre 2019
Interés General