7 noviembre 2011 Interés General Comentar

La legisladora destacó en los fundamentos que “estos establecimientos educativos tienen como objetivo principal el integrar la educación formal con una preparación agraria, capacitar a alumnos para convertirlos en técnicos de producción agropecuaria y que en un futuro sepan administrar un establecimiento rural”.
“Tienen, entre sus contenidos educacionales, la de formar a los alumnos para que sepan realizar tareas de laboreo de las distintas fases de los procesos de producción vegetal y animal con criterios de rentabilidad; realizar el mantenimiento primario y el manejo de las instalaciones, máquinas, equipos y herramientas de explotación; y también organizar y gestionar empresas familiares” indicó la legisladora.
En ese marco, consideró que esa es una forma de “incentivarlos para que no sólo sepan tomar decisiones que conviertan sus tierras en rentables, sino que además puedan llevar a cabo sus propios emprendimientos”.
Considera Maza que la enseñanza de las actividades agropecuarias se debe desarrollar en contextos productivos reales y que cada uno de los módulos de la formación técnica debe responder a secciones productivas en las que los alumnos puedan impulsar proyectos específicos a una región determinada, insertándose en un sistema del ámbito de trabajo rural donde pueda ejercer sus prácticas, por ello es que este tipo de establecimientos educativos deben instalarse en las regiones donde el futuro Técnico egresado pueda aportar al desarrollo socioeconómico de la zona.