Por iniciativa de los ediles Laura Alves y Claudio Otano (UCR), el Concejo elevó de “leve” a “muy grave” el carácter de la falta, por lo que la sanción ascenderá de 300 a 800 pesos; e incluye la prohibición de utilizar “sistemas de comunicación de operación manual continua, sean estos celulares, handy y/o cualquier dispositivo de naturaleza similar, que impida mantener el dominio y atención en la conducción”, como así también “auriculares, pantallas de video VHF, DVD o similares”, y “el sistema de mensajes de texto”.
En el nuevo cuadro establece para la primera infracción una multa de 800 pesos, para la segunda de mil, la tercera de 1500 pesos y en la cuarta, además de tener que abonar esta última cifra, se le retirará el carnet de conducir por el tiempo que determine la Justicia de Faltas. Estas multas podrán ser triplicadas en caso de que la conducta genere daños, ponga en riesgo la salud las personas o sea funcionario público el infractor.
“Se ha comprobado que la atención que demanda la comunicación telefónica distrae al conductor y la tensión que puede provocar el contenido de la llamada, perturba su tarea de conducir, con la consecuente producción de demoras o errores en las acciones”, explicaron los ediles en los argumentos de la iniciativa.
Añadieron que “tras un minuto y medio de conversar, el conductor no percibe el 40 por ciento de las señales, su velocidad media baja un 12 por ciento, el ritmo cardíaco se acelera bruscamente durante la llamada y se tarda más en reaccionar”; por lo que sostuvieron que “la peligrosidad por el uso inadecuado del teléfono puede llegar a ser equivalente a la conducción con exceso de alcohol”. (ANB)
22 octubre 2019
Interés General