Cirilo Bustamante, uno de los vocales gubernamentales de la obra social, explicó a La Palabra que, mientras duró el subsidio que otorgaba el Estado provincial, se depositaba el dinero de los reintegros cada 15 días en las cuentas bancarias de los afiliados.

Sin embargo, la Provincia decidió suspender el subsidio y el IPROSS tiene, desde entonces, que efectuar el pago de reintegros con recursos propios. Esto generó que los depósitos se atrasen y se paguen cada 30 o más días.

Bustamente explicó que el 2 de noviembre se pagó 443 mil pesos en reintegros, esta semana 200 mil y está previsto que la semana próxima se depositen otros 200 mil y el 22 de este mes otro monto de 500 mil pesos.

“En el año llevamos pagado unos 12.700.000 pesos y estimamos que queda por pagar un millón y medio de pesos. De todas formas esta es un cifra que mañana puede cambiar rotundamente”, agregó

Bustamante explicó que “nunca podemos pagar la totalidad y establecemos un criterio de prioridades” y agregó que “no pagamos al más antiguo primero, como creen todos, a veces pagamos los más elevados primero o los reintegros que son continuos a través del tiempo, como por ejemplo en el caso de una internación domiciliaria”.

“Discriminamos racionalmente a favor del afiliado que tiene internaciones en geriátricos, enfermedades oncológicas y algunas que surgen tras acciones de amparos”, continuó señalando.

Dijo también que en este momento de transición “es muy difícil ejecutar cualquier acción” y también por “la situación financiera de la provincia en general”

Más gastos

Bustamante aseguró que los gastos del IPROSS se han incrementado mucho en el último año por diversas razones, como el aumento en el precio de medicamentos y el surgimiento de nuevas tecnologías. A esto se suma el actual sistema de aportes que “no es sustentable”.

“Una de las situaciones que generó mayor gasto es el aumento en el precio de la medicación oncológica. Hay tratamientos que mensualmente cuestan 100 o 200 mil pesos”, explicó.

Señaló también que el tratamiento de fertilización asistida, como nueva prestación, ha generado un fuerte impacto en las cuentas de la obra social. “Cada tratamiento ronda los 40 mil pesos”, señaló Bustamante.

“La tecnología avanza y los medicamentos son cada vez más caros. Esto se deberá replantear porque con los porcentajes de aportes no alcanzan de acuerdo a como están planteados hoy en la Ley del IPROSS”, agregó el funcionario.

Explicó que en la mayoría de los casos “tenemos aportes de afiliados de 90 o 100 pesos y con eso se cubre una familia completa” y aseguró que “el sistema no es sustentable y espero que le próximo gobierno se de cuenta de esto”

Dijo que la única solución es que “el Estado juegue otro papel” y ejemplificó que “las utilidades del IAPS y de Horizonte se podrían destinar en parte a la obra social, porque uno ve de afuera que hay sectores del gobierno en constante crecimiento y otros, como el IPROSS, que siempre tiene problemas”.