“Habrá de comprender que no por degradar aún más nuestra maltratada y acechada naturaleza rionegrina, podrá por ello en principio paliar el hambre de los niños, ni mucho menos razonar que por la aplicación de este perverso sistema de explotación minera hidrotóxica, logre usted compensar la catástrofe humanitaria provocada por la ceniza volcánica en la Región Sur Rionegrina”, señaló el dirigente en una nota enviada al mandatario electo.
Agregó que “son tantos los ciudadanos rionegrinos y patagónicos que participaron en la promulgación - y sin dudas ahora sostén - de la Ley que prohíbe el uso del cianuro en minería en la Provincia de Río Negro; como también tantas las alternativas de desarrollo genuino a procurar, en principio desde los pobladores rurales y urbanos de la Región Sur, quienes en compañía de su tarea de Gobierno, podrán en conjunto canalizar entre otras variables de producción: la plena y coordinada industria textil merino patagónica en cada poblado lanero; la producción, procesamiento y comercialización agroecológica cultivada en los valles esteparios; el mayor y preciso valor agregado de cada uno de los productos mineros actualmente extraídos de la Región Sur, o bien la convocatoria del turismo de observación científica geológica, botánica, entomológica y ornitológica en el ámbito de la Meseta de Somuncura”.
Afirmó que “cuando se trata de la preservación del agua, ahora y siempre, no hay situación social ni ambiental acuciante, ni tentativa económica, ni sistema inocuo, ni evaluación mensurable, ni supeditación al control, ni término medio, ni resquicio ético, ni mucho menos moral que justifique el diario envenenamiento de millones de litros de agua pura, a fin de permitir por ello la explotación de ningún recurso metalífero hidrotóxico, ni energético petrolero (shale petróleo), ni de gas encapsulado (tight gas), tal cual como ahora, nefasta-mente, se pretende explotar desde el envenenar el agua subterránea de las estepas neuquina y rionegrina, tras la destrucción de las capas geológicas profundas, junto al quiebre y la toxicidad de las napas hídricas y así el fluir envenenado de los ríos subterráneos patagónicos. Minería, petróleo y gas desde el agotar y envenenar el agua de la Patagonia. Todo un despropósito involutivo, ignorante, y a de ser inadmisible”.
“Al quedar con la esperanza de que esta presentación le resulte tan bien interpretada como actuada en consecuencia, quedo a su plena disposición, a fin de trazar en conjunto nuevas alternativas de desarrollo genuino y acorde al resguardo y valorización de los bienes naturales de la Región Sur Rionegrina”, concluyó.