14 febrero 2012 Interés General Comentar

Según señalaron los medios de Capital Federal (y otras grandes ciudades del país) la canasta escolar estaría compuesta por aproximadamente 55 artículos a precio bajo, entre ellos, cuadernos, carpetas, repuestos de hojas, lápices, biromes y lapiceras.

“Ojala acá también llegue esta opción. En años pasados la mayoría de las veces no llegó. Tuvimos que inventar otras cosas con ofertas nuestras y otras marcas”, señaló a La Palabra el comerciante Vildo Pioppi, dueño de la librería ubicada en 25 de Mayo y Garrone.

“Veremos si para el martes o miércoles llega esta canasta para la escuela”, dijo y aclaró que “esto es como la comida, los precios que se manejan acá no son los mismos que se manejan en Buenos Aires, en Mar del Plata, en Bariloche o en otra ciudad”.

“Ojala esta canasta llegue. El año pasado dijeron lo mismo, pero acá no llegó nada”, reiteró, y recomendó a los padres que “trate de evitar los productos que vienen con licencias o que son de marcas importantes, porque producen mucho gasto”.

Dijo luego que será muy difícil conformar una canasta básica escolar a ese precio con productos de marcas tradicionales e importantes como se señaló en diversos medios, sumado a que solo se usarían elementos de fabricación nacional. “Cuando salga la lista veremos lo que tenemos, pero las marcas que se mencionan no son de industria argentina, hay cosas de Brasil, Chile, Indonesia y China”, aclaró.

Señaló que, más allá de esta situación, la semana que viene su librería pondrá a disposición los kits propios que se arman todos los años.

Fuerte caída en las ventas

Por otra parte, Pioppi aseguró que se ha notado que los padres “compran lo necesario” porque “no hay una posibilidad económica en la población”.

“Llevan el cuadernito, el lápiz negro y la goma. De vez en cuando alguna mochila y una canopla o cartuchera y nada más”, dijo.

“¿Cambió el nivel de ventas en los últimos meses ante la incertidumbre por los despidos y el cesanteo de contratos en el Estado?” le preguntó este medio al comerciante y la respuesta fue contundente: “Absolutamente”.

“Las ventas han caído un 50% desde los cesanteos de contratos y demás. En los últimos meses podríamos haber cerrado porque estábamos acá con los empleados, solos. Nos mirábamos la cara, tomábamos mate y nos contábamos chistes entre nosotros. La gente no venía”, dijo.

Lo señalado por Pioppi va en coincidencia con las manifestaciones de diversos comerciantes de la zona que han notado un descenso marcado en las ventas de otros artículos, situación que en su momento generó preocupación en la cámara que agrupa al sector.

Finalmente se refirió a “la terrible competencia de los supermercados, que venden mercadería que tiene muchos años y a precios que son más bajos que los costos nuestros de compra”.