27 marzo 2012 Interés General Comentar

“Según ALUBA, Asociación de Lucha contra la Bulimia y la Anorexia, Argentina es el segundo país, después de Japón,  con mayores índices de casos de anorexia y bulimia, dos trastornos de la conducta alimentaria que si no son tratadas a tiempo pueden causar la muerte”, sintetizó Lueiro. Según los especialistas, un diagnostico temprano y un tratamiento acorde a cada paciente y a su entorno familiar son imprescindibles para una recuperación lenta pero eficaz.

Por otra parte, el legislador del PPR también solicitó el efectivo cumplimiento de la Ley Provincial 4.228 que crea en el Ministerio de Salud el área específica de “Atención de Trastornos de la Conducta Alimentaria”, siendo Bariloche, Viedma y General Roca sedes de unidades de atención por su nivel de complejidad.

Sin embargo, aun hoy, el Hospital Zonal Bariloche “Ramón Carrillo”, por ejemplo, no cuenta con estas unidades de atención. En muchos casos los pacientes que sufren trastornos en la conducta alimentaria son derivados a al área de salud mental. Sólo a veces son asistidos por un nutricionista.

“La ley nacional crea el Programa Nacional de Prevención y Control de los trastornos alimentarios, entendidos como la obesidad, a la bulimia y a la anorexia. De esta forma, el Ministerio de Salud debe disponer de las medidas necesarias para que en cada una de las jurisdicciones funcione al menos un centro especializado en trastornos en la conducta alimentaria”, explicó el legislador del PPR.

La ley nacional también ordena al Ministerio de Salud coordinar el trabajo con el Ministerio de Educación y el Ministerio de Desarrollo Social para incorporar en el sistema educativo, por ejemplo, Educación Alimentaria Nutricional, otras medidas que fomenten la actividad física y eviten el sedentarismo, y la promoción de un ambiente escolar saludable; además de capacitación y talleres para docentes y padres.

“Es imperioso, que en cumplimiento de la ley nacional y la normativa provincial, el Ministerio de Salud establezca el funcionamiento de las unidades de atención en los centros de mayor complejidad de Río Negro con todos los recursos humanos y de infraestructura necesarios para prevenir, dar respuesta y contención a los numerosos casos de obesidad y trastornos en la conducta alimentaria”, concluyó Lueiro.