El refugio, fue llamado “Agostino Rocca” en memoria del presidente de Techint que murió justo 11 años antes, el 28 de abril de 2001, en un accidente aéreo en Santa Cruz que le costó la vida también al secretario de Redacción del diario “La Nación”, Germán Sopeña, y al legendario montañista José Luis Fonrouge, entre otros.
Está emplazado en uno de los lugares más hermosos del Parque Nacional Nahuel Huapi, al pie del glaciar Frías en el monte Tronador, en el Paso de las Nubes, en la travesía de trekking de Pampa Linda a Puerto Frías.
El refugio costó alrededor de un millón de dólares, aportados por la Fundación de los Hermanos Rocca, que cumplió así un sueño histórico de la familia de magnates ítalo argentinos, adoradores de las actividades de montaña
De hecho la muerte de Agostino –quien era experto escalador- fue viajando a una excursión de montaña en la zona de El Calafate, y su hermano Paolo realizó tres viajes a Bariloche para supervisar la marcha del proyecto.
En la primera incursión, en Semana Santa de 2011, para afinar detalles con los coordinadores de la obra del Club Andino, la comitiva no pudo llegar al lugar por un fuerte temporal de nieve, y debió dejar la piedra fundamental en un mallín cercano.
Luego Paolo regresó en enero pasado, con la obra avanzada, junto al ejecutivo Carlos Frank, quien fue el encargado de buscar un sitio privilegiado para el refugio y dio con el proyecto del Club Andino.
Finalmente el presidente de Techint volvió en marzo, y realizó en tres días con sus amigos andinistas la tradicional travesía del refugio Otto Meiling a Paso de las Nubes y Puerto Blest.
Su contraparte en Bariloche está compuesta por el presidente del Club, el concejal Ramón Chiocconi; los coordinadores Martin Joos y Berta Sebastian, y los arquitectos Maxi Alvarez y Alfredo Mulet.
Helicóptero
Para construirlo debieron llevar 200 toneladas de materiales en 250 vuelos de helicóptero.
El refugio tiene 340 metros cuadrados cubiertos en dos plantas. Está edificado en acero galvanizado, con paneles térmicos, y revestido en chapa prepintada roja. Se trata de materiales durables y de fácil mantenimiento en la montaña. Las ventanas son de PVC, con termopaneles.
El edificio tiene un hall de entrada amplio, un estar comedor, dos cocinas (una para el refugio y otra para visitantes), una despensa, diez dormitorios para ocho personas cada uno, una enfermería y sala de radio, una habitación de refugieros, y dos módulos de baño.
Los servicios sanitarios son del tipo de baño “seco”, de moderno concepto ecológico, que no usa agua. Los desechos van a una cámara, debidamente ventilada, donde por acción de la calefacción se desecan por “evapotranspiración”.
Toda la energía del refugio, que se usará en calefacción, luz y funcionamiento de equipos, será provista por una usina hidroeléctrica en construcción, que es la única inversión del Club Andino.
Histórico
Para el Club Andino el evento tiene una importancia patrimonial pero también histórica: el último refugio inaugurado fue el “Otto Meiling”, en Tronador, el 21 de febrero de 1971.
Apenas 41 años después abre sus puertas el “Agostino Rocca”, desde el sábado el más moderno y más importante de Latinoamérica.
FUENTE: Económicas Bariloche
22 octubre 2019
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