Los pasajeros Marcelo Frías, Juan Carlos Begovic, Guillermo Castro, Andrés Cerioni, Diego Córdoba, Jorge Alberto Jacomes, Antonio López, Eduardo Musacchio, Sara Noemí Tula, Luis Vargas, Gustavo Basaldúa, Rubén Demaría, Hugo Di Filippo, Carina Soledad Mansilla, Emanuel Olivera, Fernando Pulozzi, Juan Manuel Ruiz, Darío Runjevac y Santiago Benjamín Sloper, el comandante Juan Raffo, el primer oficial Adriano Bolatti y la tripulante de cabina Jesica Fontán, es decir las 22 personas que iban a bordo de un Saab 340 de Sol Líneas Aéreas, fallecieron en la noche del 18 de mayo de 2011, cuando el avión se estrelló en Prahuaniyeu, un paraje situado en la meseta rionegrina, 35 kilómetros al sur de la localidad de Los Menucos.
La nave matrícula LV-CEJ había partido en la tarde de ese miércoles desde Córdoba. Hizo escalas en Mendoza y Neuquén, antes de emprender vuelo a las 20:08 hacia su destino final en Comodoro Rivadavia. Sin embargo, cuarenta minutos después de haber despegado desde el aeropuerto de Neuquén, el piloto estableció la última comunicación con tierra declarando la emergencia del avión.
En el aeropuerto Mosconi aguardaban la llegada del avión para las 21:58, pero el tiempo pasó y las primeras informaciones en los medios nacionales hacían temer lo peor. En la terminal aérea comodorense apagaron los televisores para no alarmar a los familiares, hasta que llegó la confirmación oficial cerca de las 2 de la madrugada del jueves.
JUSTICIA AUSENTE
A un año del accidente la investigación está estancada. Los familiares manifestaron su indignación ante la justicia, principalmente ante el magistrado Leonidas Moldes, quien lleva la causa 8.450/11 en el Juzgado Federal de Bariloche.
Los escasos avances de la pesquisa, así como la aparición a tres meses del accidente de nuevos restos de víctimas y partes del avión en una fosa común --luego de que se habían entregado restos de las víctimas creyendo sus familiares que era una etapa superada-- fueron dos de los principales motivos que despertaron cuestionamientos. Incluso se abrió una nueva causa por el hallazgo en la fosa común.
A ello hay que sumar que el fiscal Jorge Bagur Creta no dio lugar al pedido de Juan Carlos Ruiz, padre del joven Juan Manuel Ruiz, quien solicitó que se incorporará como perito de parte al piloto y cineasta Enrique Piñeyro, una de las personas que denuncia falencias en la investigación.
Además, el viernes 12 de abril, el magistrado confirmó a los familiares vía correo electrónico que los resultados de los exámenes de ADN efectuados a los restos hallados en una fosa común correspondían a las personas que viajaban en el avión. E insólitamente dio un plazo de 30 días a sus seres queridos para decidir qué iban a hacer con dichos restos.
En los últimos días, además, el juez dictó la falta de mérito para procesar o sobreseer a los directivos de la aerolínea Danilo Alberto Pojmaevich, Horacio Gabriel Angeli y Juan Alberto Nyffenegger, gerente, presidente y vicepresidente en forma respectiva. Ello derivó en la apelación que Ruiz presentó esta semana.
El miércoles, Ruiz dialogó con Diario Patagónico y explicó el estado de la apelación. “Hay que esperar unos días las alternativas: revocar o pasar el pedido de reclamo a la Cámara Penal. Esperamos que pase a la Cámara porque allí vamos a exponer lo que está en la apelación y otras pruebas más para fortalecer la línea que nosotros estamos buscando. El (juez) declaró la falta de mérito para los directivos, pero ellos tenían conocimiento de la precariedad que tienen sus medios de transporte. Esa aeronave en particular tuvo muchas falencias en cuanto a su mantenimiento”, argumentó.
“Yo tengo la predisposición de un controlador de vuelo de Río Gallegos, que ese avión había tenido que suspender un vuelo previsto porque había un parte de engelamiento. Habría sucedido lo mismo en abril en Comodoro. Además, el motor derecho estaba en condiciones de volar, pero con limitaciones, y precisamente esa limitación era volar en zona fría. Hay una variedad de hechos de que ese avión, si salía había una situación de riesgo”, sostuvo.
En su denuncia, Ruiz afirma que el avión según dicta la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) tenía que tener dos equipos de comunicación, pero sólo disponía de uno, que no permitió comunicarse para aterrizar en la pista que hay en Los Menucos, lo que podría haber evitado la tragedia.
“Darle la responsabilidad a los pilotos es indignante, yo creo que ellos no son kamikazes que se inmolaron”, resumió el padre de Juan Manuel Ruiz, quien denuncia además una conspiración en Bariloche para que la causa no prospere.
Hoy se realizará una misa en el lugar donde cayó la nave. Hasta allí llegarán los familiares de las víctimas para recordar a sus seres queridos y exigir que la justicia avance en la investigación y que algún día se sepa por qué el avión se precipitó en plena meseta rionegrina.
FUENTE: El Patagónico
22 octubre 2019
Interés General