Los posibles usos de la ceniza volcánica son motivo de dos investigaciones científicas que forman parte del Programa de Emergencia Volcánica (PROEVO), que es coordinado por la Universidad Nacional de Río Negro e impulsa otros 23 proyectos en relación con los impactos de las cenizas (www.proevo.com.ar), y arrojan en principio resultados favorables.
Los arquitectos Marianela Romero Hamsa y Alvaro del Villar trabajan en el proyecto denominado Bloque de ceniza volcánica en el cual, como su nombre lo indica, implementaron un novedoso sistema de construcción y fabricación, con implicancias solidarias, mediante un ladrillo especial que ha sido patentado como Block –T.
Especialista en arquitectura sustentable, Romero relata que “con estos bloques armados con ceniza volcánica se puede construir una estructura resistente”. El bloque es fabricado con maquinaria y secado al natural; brinda un fácil montaje y rapidez en mano la obra, asegura. ”Estos bloques están pensados para personas en situación de emergencia habitacional, es decir, personas que podrían tener su casa, solamente nosotros llevándoles el bloque y dejándoselos a disposición”, explica la investigadora. No se necesitaría contratar mano de obra ya que tienen un diseño especial: un sistema de encastre vertical y horizontal, que permite su fácil unión, con espacios para cañerías y cables de luz. Fueron pensados, además, para refugiar de los intensos vientos patagónicos a quienes habiten una vivienda construida con ellos, mediante la incorporación de materiales aislantes y un sistema de aislamiento térmico.
Los bloques miden 30 cm de largo, 20 cm de ancho y 15 cm de alto. Durante la investigación, se fabricó un total de 64 muestras, con ceniza, perlita y otras con cemento y cal que se enviaron al Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) de Buenos Airess y, recientemente, han tenido un resultado positivo a los ensayos de resistencia.
”Podríamos hacer una casa completa de 45 metros cuadrados por día ya que la maquinaria trabaja con una matriz de forma y a gran velocidad, fabricando bloques hipercomprimidos”, afirma Romero.
”Nosotros ya podríamos comenzar a hacer una primera construcción en Bariloche con este sistema de ladrillos de ceniza volcánica, pero nuestro problema es que no poseemos una máquina propia en la zona, y mandar la ceniza para producir bloques en otra ciudad sería una tarea costosa y ardua”, indica. Por ahora, el resultado preliminar de este proyecto indica que estos bloques serían de gran utilidad en la construcción. Un desarrollo tecnológico natural que nació de la mano de la erupción del volcán.
Ceniza volcánica en reemplazo de cemento
El doctor en Química Julio Goldenberg, por su parte, trabaja en el proyecto “Estudio de factibilidad de la utilización de cenizas volcánicas del complejo volcánico Puyehue - Cordón Caulle, como material de construcción” en la Universidad Nacional del Comahue.
En su laboratorio, junto a un equipo de trabajo conformado por especialistas del Centro Atómico Bariloche, Defensa Civil, Universidad Nacional del Comahue, Conicet y la Universidad Nacional de Río Negro, realiza ensayos en los que se busca sustituir el cemento, en forma parcial, por ceniza volcánica fina, en mezclas de uso en construcción.
”Para realizar esta investigación contamos con el apoyo del Centro Atómico Bariloche, donde llevamos muestras o probetas y luego hacemos diversos ensayos para medir características relacionadas con las propiedades de aptitud en la construcción”, indica Goldenberg.
La ceniza volcánica usada en este proyecto fue traída de la localidad rionegrina de Ingeniero Jacobacci, ceniza súper fina de, aproximadamente,10 micrones ya que es la que más se asemeja al cemento en cuanto al tamaño de partículas. Esa ceniza, combinada con agua, cemento, arena y cal, serviría para crear mezclas de unión de ladrillos o preparaciones de hormigón.
”Lo usamos como reemplazo parcial de cemento ya que éste, cuando se le agrega agua reacciona químicamente y la ceniza volcánica muestra que tiene posibilidades de participar en la mayoría de esas reacciones químicas. Esta ceniza podría usarse, por ejemplo, en la construcción de viviendas”, dice Goldenberg.
El director del proyecto relata que en el Centro Atómico tienen un equipo especial que les permite medir la resistencia, rompiendo las probetas. “Hasta el momento, podemos observar que hay mezclas que tienen un 60 por ciento de la resistencia del mortero de cemento”, explica.
Este grupo de investigadores, que comenzó a trabajar en septiembre de 2011, ya elaboró más de 70 probetas cúbicas y cilíndricas preparadas con mezclas de 20%, 40% y 60% de ceniza sustituyendo el cemento. Los primeros resultados exploratorios -en los que se miden la corrosión, la resistencia a la compresión y la porosidad- indicaron que, en principio, la ceniza volcánica funcionaría muy bien como mezcla de unión de ladrillos en las condiciones de ambiente normal de la Patagonia Norte.
FUENTE: DDB
22 octubre 2019
Interés General