La entrevista tuvo lugar en unas oficinas ubicadas en un lugar privilegiado de Viedma, frente al río Negro, en una fría mañana de sábado.
Nos encontramos con un Massaccesi muy distendido. Esa fue la idea al momento de planear una charla el fin de semana. El entorno y el paisaje ribereño ayudaron para que hablara con tranquilidad, pero con el entusiasmo y la devoción de siempre por esa actividad que le dio alegrías y sinsabores.
Hace pocos años era impensado que su retorno generara ciertas expectativas en la población. Sólo vale recordar que intentó ser intendente de Viedma en el 2003 y no lo logró. Aún estaban muy frescas aquellas imágenes de los meses finales de su gestión en la gobernación, con una capital provincial prácticamente en llamas debido al retraso salarial de los estatales.
Pero el tiempo hace lo suyo, como él mismo dice, y en este caso parece haberlo ayudado para que los rionegrinos al menos acepten la posibilidad de escucharlo otra vez.
Seguramente tendrá que explicar una y mil veces las cosas que hizo mal o no hizo en su gestión, pero también podrá hablar sobre sus proyectos…sobre su ‘Proyecto Río Negro’.
El regreso a un “radicalismo exitoso que está en la banquina”
LA PALABRA: ¿Por qué decidió volver a afiliarse al radicalismo, incluso con la posibilidad de ser rechazado por un Tribunal de Disciplina?
MASSACCESI: Voy a arrancar por el final de la pregunta. No hay Tribunal de Disciplina y el radicalismo ha demostrado que puede armar rápidamente uno y hacerlo funcionar para el lado que quiera. Tengo un sentido lúdico de la vida y que la suerte y el disfrutar las cosas que uno hace son más importantes que una visión traumática. Por supuesto sé que las dos cosas existen, pero prefiero buscar la felicidad desde la construcción positiva. Es decir, si alguno dramatiza –desde la cuestión política- una afiliación o una expulsión, yo prefiero mirar para adelante. Me pareció importante mostrar que estaban coincidiendo dos momentos: uno personal y uno público. El momento público es que yo creo que el radicalismo de Río Negro está en la banquina, ha volcado un amigo, alguien del que uno es parte. En ese momento se pueden tener varias actitudes: toco bocina y digo que le mandaré ayuda, paro y le doy ánimo o puedo ayudarlo a salir de ese lugar.
El radicalismo rionegrino es el más exitoso del país. Ahora se escucha que hemos sido un gran fracaso, pero hemos tenido siempre un piso electoral muy alto y con una gestión de gobierno que marca un hito en la Argentina. Hay dos radicalismos exitosos en el país: el de Córdoba y el de Río Negro, que han ejercido el poder y han elevado la base social del partido. Es por eso que hablo de 28 años de éxito, no de fracaso. Los que hablan de 28 años de fracaso son los que estuvieron viendo un radicalismo exitoso que cada 24 meses se sometió a elecciones y las ganó prolijamente. Por eso es que no me sorprende, más allá de la cuestión dramática que le ha costado vivir al justicialismo, las dificultades que tiene el peronismo al gobernar. Es un partido al que le costó y le va a seguir costando mucho estructurarse para el poder en esta provincia.
LA PALABRA: Sin embargo le ganó al radicalismo…
MASSACCESI: Bueno…en algún momento las cosas se terminan. Además, creo que el ciclo del radicalismo estaba agotado antes. Los ocho años del gobierno de (Miguel) Saiz suenan como una inercia, con una velocidad que se estaba trayendo y se mantiene en el poder por la impericia y la falta de inteligencia política del peronismo. Fue el primer intento de (Carlos)Soria de ser gobernador, cuando viene la pelea con (Eduardo) Rosso y se dividen. Tienen explicación esos ocho años más de radicalismo, con el agravante para el peronismo de que fueron los mejores ocho años del presupuesto nacional, con lo cual el gobierno de Saiz consigue un viento presupuestario muy bueno.
Su gestión: Los años de bonanza, la provincia en llamas y las denuncias de corrupción
LA PALABRA: ¿Cómo define su gestión y cuáles fueron las diferencias con las otras gestiones radicales?
MASSACCESI: Somos también esclavos de los momentos políticos. De todas maneras la política es muy personalista. Cada gestión tiene el sello que le da quien la conduce, que a veces coincide con un buen momento político.
La gestión de (Osvaldo) Álvarez Guerrero fue muy docente, muy formativa, estaba todo por hacerse. Mi gestión fue mucho más pragmática, de acciones, de realizaciones, pero que tuvo años turbulentos desde lo político y lo económico. Nuestro partido a nivel nacional se va del poder anticipadamente con (Raúl) Alfonsín, con hiperinflación de por medio, y viene el peronismo avasallante con (Carlos) Menem y la dura convertibilidad –el dólar fijo- que somete a la producción argentina a una falta de rentabilidad en las exportaciones, por lo que quiebra la fruticultura del Alto Valle. Esta situación que se vive actualmente es un paralelo con esa y con la de Martínez de Hoz. Quebrar al Alto Valle en Río Negro es quebrar a Río Negro, donde está el 60% de la población y el 70% del poderío electoral. En ese marco se desarrollan los ocho años de mi gestión. Todo eso tiende a ser neutralizado, para bien o para mal, con poder político porque había un proyecto, una identidad, una personalidad política hacia fuera. En medio de eso aparece un proyecto político importante para Río Negro que nos lleva, nada más y nada menos, que a la candidatura presidencial. Allí nace una discusión que parte las aguas: estuvo bien o estuvo mal. Con el diario del lunes es fácil decirlo, pero el asunto era tomar la decisión.
LA PALABRA: ¿Qué cree que recuerda la gente de su gestión? ¿Los primeros años, que le permitieron la reelección, o el final, con los conflictos de los empleados estatales y las denuncias de corrupción que le hacía la oposición?
MASSACCESI: Yo creo que recuerda todo, pero el tiempo relativiza mucho las cosas y le da perspectiva. Esta es una buena quincena para esta pregunta. ¿Qué pasa si a (Daniel) Scioli la Nación no le gira el dinero para el aguinaldo? La provincia de Buenos Aires hubiese sido un incendio. Bueno, a nosotros nunca nos giraron, siempre quedamos en desfasaje y cuando no hay plata, no hay plata…
En esa época sufrieron los empleados públicos, pero a ellos tenemos que decirles que habiendo una perspectiva inflacionaria en aquellos años los sueldos se actualizaban con una cláusula gatillo automática, no como hoy que les prometen un 13% de aumento fraccionado a partir de setiembre y les meten la mano en el bolsillo de una manera interesante. Les están pagando el sueldo con la rebaja salarial.
Gobernar en la escasez es tomar decisiones muy complejas. Nosotros tuvimos que salvar al Alto Valle de la quiebra definitiva. Cien empresas que las rematábamos o las refinanciábamos fue la primera gran opción, y en segundo lugar una ayuda directa, meterla plata a la producción. Si ese dinero lo dejábamos para sueldos hubiesen estado contentos los empleados públicos y quebrado por cinco años a Río Negro. Son cosas que, incluso, se puede explicar pasado el tiempo.
A mi me gusta graficarlo con una cosa que digo en todos lados: de cada 10 rionegrinos hay 3 o 4 que me miran bastante enojados (seguramente son los que recuerdan la parte doliente de mi gobierno), otros tres o cuatro me miran perplejos, con cara de sorpresa (como diciendo: ¿Y este? Lo voy a escuchar); pero hay 3 que me levantan la mano con mucho cariño y me dicen que no afloje. En virtud de lo que pasa con la clase política, con esas tres empiezo a generar la confianza que hace falta para un proyecto político. También hay que tener en cuenta que el tiempo hace su trabajo, hay toda una generación que tiene una percepción de oído, por sus mayores, por lo que lo más importante es lo que hagamos de ahora en adelante. Nuestra propuesta debe tener lo bueno del pasado y una gran capacidad de autocrítica porque considero que nos hemos equivocado mucho, pero fundamentalmente debemos tener mucha ilusión.
LA PALABRA: ¿Cómo cree que incidirán en su proyecto político las denuncias de corrupción sobre su gobierno, y los siguientes del radicalismo, hechas por el peronismo?
MASSACCESI: En el fondo, y más allá de los hechos de corrupción reales que se deben investigar, se percibe una ausencia de políticas, por lo que basan sus proyectos en las denuncias. Y Río Negro es un póster de este tipo de maniobras donde quedamos involucrados todos, por lo que es necesario desglosar el tema.
Considero que la situación de corrupción más compleja del gobierno que me tocó encabezar es la causa del Banco Provincia de Río Negro, que no tuvo fundamentos en ir a buscar la plata y llevársela para la casa (porque lo han comprobado), sino que tiene como sustento una decisión política, que era refinanciar a las empresas endeudadas para que sigan sobreviviendo. Estoy convencido de ello y lo volvería a hacer 20 veces. Ahora, si en la refinanciación alguno no hizo lo que corresponde es eso lo que se debe investigar, pero lamentablemente no ocurrió así, se condenó políticamente de manera previa. Por eso es que hubo dos condenados y siete procesados (ninguno de ellos empresario). ¿Cómo puede ser que en un banco los beneficiarios de la supuesta corrupción no estén también en el banquillo de los acusados? Como de los siete condenados cuatro o cinco estaban vinculados a la continuidad de gobierno, decidieron absolverlos y condenar a dos funcionarios de Massaccesi, eligiendo a uno que tenga el mismo apellido que el ex gobernador.
Al peronismo le contesto con una frase de Perón: no es que yo haya sido bueno o malo, los que vinieron después no fueron mucho mejores. Y en el campeonato de la corrupción –sean radicales o los de ahora- nos están relegando al tercero o cuarto lugar.
Al actual gobierno se la agrega el tema de la incapacidad. No hay una respuesta del Estado y hay signos claros, en el manejo de las decisiones. ¿No es corrupción poner 30.000 empleados en disponibilidad y utilizar ese garrote para decir vos si, vos no? Es una variable del concepto de la corrupción. Ni hablar de los megasueldos. Todo el esquema de Obras Públicas de la provincia ya está a tiro de ser calificado como corrupción en 90 días de gestión. Ya deben haber 4 o 5 denuncias a los actuales funcionarios.
Gestión Weretineck: “Creo que las políticas no están claras o son equivocadas”
LA PALABRA: ¿Cómo analiza que en las encuestas el gobernador Weretilneck mida bien, pero no tanto su gestión?
MASSACCESI: He escuchado ese comentario. El gobernador está haciendo un gran esfuerzo y lo ayuda la situación difícil porque la ciudadanía está dispuesta a tolerar. Me gustaría conocer esas encuestas, porque si alguien considera que es positivo tener 40 o 45% de imagen positiva a los 180 días de gobierno…Hasta donde yo sé el ejercicio del gobierno tiende a desgastar, más que a sumar.
LA PALABRA: ¿Cree que la inacción del gobierno tiene que ver con que está gobernando quien no tenía previsto hacerlo?
MASSACCESI: En realidad todos los funcionarios con los que se encuentra Weretilneck fueron designados por Carlos Soria y quiero creer que hubieran funcionado distinto con el ex gobernador.
LA PALABRA: ¿Tienen que ver, entonces, con los funcionarios y no con las políticas que se plantean?
MASSACCESI: Creo que las políticas no están claras o son equivocadas. Por ejemplo, veo una ausencia y una falta total de políticas sociales y de un programa de obra pública. En cuanto a las viviendas, todo es una inercia de cosas iniciadas por el gobierno anterior. Cuando eso se fractura hay un bache de un año y medio.
Se habla de los ferrocarriles, de los planes sociales, del Plan Calor, de la política turística. Siento que son cosas que diseñó un gobierno que estuvo un tiempo antes, que no voy a decir cual es. Y eso es lo que yo siento que le falta al radicalismo rionegrino, que llegó a tener 300 cuadros políticos que se sumaron a un proyecto, pero que terminó teniendo 30 gerentes y sin un proyecto de gobierno.
Viedma y “las tres plagas”
LA PALABRA: ¿Considera que Viedma está siendo castigada por el gobierno?
MASSACCESI: Viedma tiene las tres plagas juntas. Una es la recesión de la política nacional (el país se encuentra en una meseta). Otra dificultad es el gobierno provincial, que sustentó su base electoral en el Alto Valle y reeditó la vieja fractura rionegrina: “Esta provincia no funciona por un conjunto de parásitos, que son los que están viviendo allá en Viedma. Cuando yo llegue lo voy a hacer funcionar y además los voy a castigar”. Ese fue el centro de la campaña que dio un gran resultado electoral, pero ahora deben asumir que son gobierno y la gente de Viedma son tan rionegrinos como los demás.
Viedma representa al este de Río Negro, que es una parte sustancial de la provincia en un marco de un proyecto equilibrado. Hay un proyecto centralista, con un polo de poder que está centralizado en la prédica del diario Río Negro, que es la visión de tres exportadores concentrando toda la riqueza frutícola, toda la obra pública vista en el Alto Valle y que esa es la zona que vale la pena levantar, donde Bariloche se basta por si sola y en el este hay una dependencia del Estado perniciosa. Es una visión, totalmente a ultranza de Julio Rajneri.
La clase política rionegrina siempre ha sido funcional a General Roca, a esta visión de la provincia, y quienes pensamos diferente logramos imponer nuestra idea o fuimos estigmatizados, arrinconados.
Hay una tercera situación de dificultad para Viedma, que es la suya propia. Hay momentos socio-económicos que requieren que el municipio mantenga sus planes sociales.
Absoluta oposición a las políticas K y elogios para Miguel Pichetto
LA PALABRA: ¿Cuál es su posición en el contexto nacional?
MASSACCESI: Vamos a hablar claro. Yo creo que hay que generar un proyecto alternativo, opositor al kirchnerismo y también en la provincia. Se viene una reforma constitucional, o un intento, no porque se necesite sino porque el poder lo necesita para continuar en él. Por eso soy partidario de oponerse a esa reforma, que viene de la intención de un tercer mandato de Cristina Fernández.
En Río Negro hay una clara necesidad de armar un proyecto alternativo y creo que puedo contribuir a hacerlo. En esta etapa la Unión Cívica Radical tiene que volver a ponerse de pie, recuperar credibilidad, la idea es sumarme a esa tarea e ir a buscar el poder dentro de tres años. El proyecto político no es cuestión de una persona, sino de un conjunto.
LA PALABRA: ¿Intentará algo en las legislativas del año que viene?
MASSACCESI: Voy a hacer todo lo posible para recuperar al radicalismo y darle una orientación. Además, no es una cuestión de un solo partido político. Hay que generar una nueva etapa de un proyecto de provincia. Por eso es que nuestra agrupación se llama “Proyecto Río Negro” y pretende sumar a todos los que quieren una provincia distinta a la que se está viviendo.
LA PALABRA: ¿Será a través de una diputación o de enfrentar a (Miguel) Pichetto en la candidatura a senador?
MASSACCESI: Seguramente el año que viene será una etapa en esa búsqueda de poder y naturalmente creo que la manera de ponerse de pie es conseguir esos espacios. Sería apresurado e irresponsable hoy decir lo que voy a ser, ya que es un trabajo de conjunto y tiene que tener la aceptación de la gente. De todas maneras, estoy muy gratificado con la marcha de nuestro proyecto y creo que esa chance la tenemos. También considero que el mejor representante del otro modelo (Kirchnerista) en la provincia es, por lejos, Miguel Pichetto. Ojalá hubiera muchos representantes como él, aún en la antípoda, en la confrontación de ideas, porque Pichetto es un político honesto y trabajador.
Del radicalismo, Verani, Saiz y Mendioroz
LA PALABRA: ¿Cómo es su relación con los dirigentes del radicalismo rionegrino?
MASSACCESI: Ya dije que me compré una mochila y estoy poniendo dentro todos los rencores, por lo que no pienso exhibir ninguno de ellos. El tiempo ha hecho su trabajo. No es lo mismo una persona herida a los 50 años que a los 60 y con un par de infartos y un by pass encima. Modestamente, así como uno comienza a ser mejor persona gracias a la experiencia y el paso de los años, eso mismo se traslada a la política. Soy un político mucho más equilibrado que hace 10 años, especialmente con la experiencia que me han dado los 10 años o más de ausencia de poder. Eso me señala que tengo que dialogar con todos y sumarme constructivamente. Es como expresa la frase de Irigoyen: la política es como hacer adobe, se hace con barro, algunos otros elementos y agua. El asunto es no errarle a las proporciones.
LA PALABRA: ¿Qué relación tiene hoy con (Bautista) Mendioroz, Saiz y (Pablo) Verani?
MASSACCESI: Con Saiz y Verani me unen las experiencias comunes. Hay que estar sentados donde ellos en el momento en que estuvieron. Seguramente tenemos varias cosas que compartir por haber gobernado los tres. Mendioroz tiene la importante responsabilidad de presidir la oposición, por lo que tiene un rol clave que cumplir. Más que por su afinidad personal con él (que es bastante poca), tengo que respetar su condición de presidente de bloque y dialogar también. Aún no mantuve contacto con Verani por su cuestión de salud, pero apenas tenga una mejoría voy a ir a conversar con él.
¿Regreso en familia?
LA PALABRA: ¿Qué dice su familia sobre este regreso?
MASSACCESI: la familia es imposible que se sustraiga a los embates de la política, estando o no estando en esta actividad. Algo me ha quedado claro en estos últimos 10 años: es imposible irse de la política. Estamos viviendo esto como cualquier familia que está vinculada a una cuestión tan específica y particular como es la política, y que va a vivir una nueva etapa, para lo cual nos hemos preparado y hacemos lo que nos gusta.
Yo he tratado de transmitir a mis hijos que, primero, las cosas hay que hacerlas con alegría y, segundo, hay que tener siempre en cuenta al otro, hay que dejar la cuestión personal para después. En ese sentido, creo que vamos bien como grupo familiar, pero habría que preguntarle a cada protagonista. Por de pronto, ya tengo dos nietas. La semana pasada fui a comprar un diario local (que no es Noticias de la Costa) que tenía mi foto en la tapa y mi nieta de cinco años me dice: “¿Abu, por qué salís en el diario, vos sos famoso?”. Ahí deduje que la familia política acaba de agrandarse, hay alguien más que se está involucrando.
En esta nueva etapa política, seguramente, Horacio no será el único Massaccesi protagonista del proyecto. Sí, quizás, el más importante, pero hay varios integrantes de su entorno más cercano que tendrán destacados roles.
El ex mandatario continuará en estos meses recorriendo varios puntos de la provincia para reencontrarse con su gente, con quienes le reprocharán algunas cuestiones y a quienes deberá contarles quién es y cuál es su idea.
Su intención sería cerrar este primer periplo rionegrino en Viedma, posiblemente el 30 de octubre, con un encuentro masivo.
Hasta entonces podrá palpar el ánimo de los rionegrinos hacia él, hacia su figura. Comprobar qué parte de su carrera política activa recuerda el ciudadano y utilizar toda su habilidad en la materia para demostrar que puede ser una alternativa.
Puede ser un nuevo triunfo, pero también puede significar otro fracaso.
No sólo depende de él, pero a los 63 años será el principal protagonista de este nuevo regreso.
22 octubre 2019
Interés General