3 octubre 2012 Interés General Comentar

Néstor Orlando Giretti confirmó a FM DE LA COSTA que luego de exponer su situación ante la prensa y en las redes sociales se encontró con lo que durante semanas reclamó: el reintegro de los importes que pagó de su propio bolsillo en concepto de renta.

“Desde el 3 de agosto no me reintegran lo que yo estoy pagando por el alojamiento. Yo tengo que estar acá (en Buenos Aires) por prescripción de la Fundación Favaloro. No puedo estar a más de 3 horas de distancia de la clínica por si aparece un donante”, explicó Néstor.

Señaló que presentó toda la documentación que le exigieron, pero nunca obtuvo el dinero. “Pagué alquiler con unos ahorritos que tenía y ayer tuve que dejar el departamento donde estaba porque no pude renovar el contrato”, dijo.

“Estuve en las puertas de la Casa de Río Negro por más de una hora. La seguridad se acercó y me preguntó que estaba haciendo. Yo les dije que me iba a encadenar”, continuó detallando. 

En ese momento, con la decisión de encadenarse ya tomada, Néstor consultó su saldo en el cajero automático, de la misma forma en que lo había hecho durante meses. Pero esta vez encontró el dinero prometido.

“Salí hace 15 minutos del Banco Patagonia y me hicieron la transferencia”, contó el vecino de Choele Choel que, irónicamente, se desempeña en las oficina de la obra social en Choele Choel.

“Afortunadamente, mi experiencia de vida me dio herramientas como para saber quejarme pero ¿y la gente que no las tiene?”, reflexionó Néstor, quien remarcó además la actitud de un amigo que lo alojó en su vivienda en las últimas jornadas. 

“Era hoy una mentira, mañana otra y pasado otra. El pago está reglamentado. Se había encaprichado alguien con no pagarme, pero después de quejarme en los medios apareció la plata. ¿Y los responsables donde estaban hasta ahora?”, señaló.

“En el IPROSS hay una manga de inoperantes”, criticó el vecino y subrayó que “el compromiso conmigo personalmente lo hizo el presidente Fabián Zgaib, junto con el doctor Gagliardi y una compañera de trabajo”.

"Uno se lleva estas desiluciones con personas que creía eran compañeros de trabajo. Pero parece que no son ni tan buenos ni tan compañeros", finalizó.