Murió Néstor Luna, histórico luchador por los derechos gremiales del policía

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La información sobre el deceso de Luna se dio a conocer a través de las redes sociales, generando manifestaciones de mucho dolor entre los usuarios y particularmente los referentes de la ASUPOLP.

“Hasta último momento no dejaba de preocuparse por nosotros. Un hombre con entereza, firme ante proyectos de cualquier envergadura en la problemática laboral policial”, remarcó uno de los referentes de la Asociación en General Roca en el Facebook.

“Se nos fue un luchador de pura sepa, gestor de esta lucha por la dignidad del trabajador policial y penitenciario, un verdadero héroe”, remarcaba.

Hace dos meses, Luna dialogaba con FM DE LA COSTA y se mostraba molesto por la aparición de unos panfletos anónimos en cercanías de las comisarías reclamando mejores salarios.

Además, en esa oportunidad el titular de la ASUPOLP destacaba la reunión que había mantenido recientemente con el jefe de Policía, Ariel Gallinger y el secretario de Seguridad y Justicia, Miguel Bermejo.

Como siempre, recalcaba que la primera necesidad del policía “es el sueldo” porque “las cosas empiezan siempre por el estómago”.

También respaldaba la decisión de sumar un jefe policial que sea civil porque “la policía es una institución civil armada y como civiles somos empleados públicos investidos de policías”.

Manifestaciones de dolor en las redes

* “Fue mi profesor de defensa personal en el 82 excelente persona, excelente profesor”.

* “Que Dios lo tenga en su gloria. Un gran luchador”

* “Ojala quede alguien ahora con el mismo propósito que tenia este hombre”

* “Esto no es una despedida, simplemente quiero agradecerle por todo su esfuerzo en tratar de revindicar los derechos sociales y laborales del Personal Policial. No fue en vano su esfuerzo”.

* “Se nos va un trabajador incansable de los derechos policiales como también fundador de la escuela municipal de judo de Viedma. Que Dios le de la paz que necesita e ilumine a su familia en este tan profundo dolor”.

* “Mi muy querido profesor, tuve el honor de conocerlo y poder charlar con usted frente al mar, en El Cóndor, cuando me visitaba”.

* “Una verdadera tristeza. Usted y su hijo son excelentes personas. Lo lamento mucho”.

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