“El año que vinieron los Soda Stereo fue el 88, al Club San Martín. Esto surgió de una propuesta de un empresario neuquino, y salió la gira Doble Vida. Hasta hace un par de años andaba con el contrato dando vueltas en casa”, recordó Néstor Oroño.
Después señaló que “la contratación de Soda Stereo había sido de ocho mil dólares, fue de tal magnitud la gira que andaban con un semirremolque lleno de equipos de sonido, y acá solamente bajaron la mitad. La alimentación del equipo fue traído de un transformador que estaba en la calle Belgrano frente a una casa de quinielas, de ahí llevaron la energía para los equipos”.
Soda Stereo muchas veces se caracteriza la complejidad en el sonido y también en la escenografía, en ese aspecto, Oroño resaltó que “la producción y la preparación de lo que fue el escenario me llevó mucho tiempo, tuve mucha colaboración. Solamente en el escenario del Club San Martín pusieron la batería de Charly Alberti y un saxofonista. Después tuve que montar un escenario adelante, contraté andamios para montar los equipos de sonido”.
“La prueba de sonido no la hizo Soda, tenía cada uno un plomo pero ese plomo era músico. Solamente ellos fueron a tocar directamente, tampoco se probó la capacidad del sonido. Cuando comienza, y mucho se van a acordar, cuando yo le hablaba a alguien y no podía escuchar mi voz”, dijo.
Más adelante comentó que se atrevieron a filmar ese momento para que quedara registrado, y contó que “yo siendo el productor igualmente no se podía filmar, grabar, sacar fotos, no te permitían nada. Gracias a Miguel Ángel Basterra que era bastante rebelde, se puso a filmar igual, obviamente que lo corrieron un poco. Las imágenes que hay, Gustavo dice ‘Buenas noches Viedma, bienvenidos a Juegos de Seducción’”.
El sonido seguía siendo tema a destacar, como así también el público presente y la logística para sl show, entonces expresó que “inclusive cuando termina el primer tema, Gustavo dice ‘hay un poquitito de rebote’, y era una cosa, una explosión. Ese día entraron alrededor de 2.500 personas. Lo único que había era la torre de sonido al medio, el escenario, después se cortó la calle”.
“Hubo una conferencia de prensa, extensa. Pude charlar con Gustavo, la verdad que era una persona muy interesante para charlar. Era un tipo muy preparado”, manifestó.
Como si fuera poco decir, Soda Stereo vino a Viedma, Oroño remarcó que “ya venía consagrado, inclusive era la primera que salían al interior porque ellos no hacían giras en el interior. Fue para los jóvenes de acá y para aquellos que pudieron venir, fue algo único. Hoy día siempre se recuerda eso”.
Finalmente recordó que “me acuerdo que me pedían para avalanchas, y acá no existía eso, y yo las había pedido a la Municipalidad y nunca me dieron bolilla. Entonces salí con la camioneta, y agarré esas vallas que la Municipalidad usa para poner en la calle, y levanté ocho o diez. Las agarré con alambre a todas, y esos eran los para avalanchas”.

22 octubre 2019
Interés General