La senadora afirmó que “la reglamentación de una Ley nacional cumple la función de permitir su aplicación pero bajo ningún concepto puede contrariar la explícita intención protectora de la ley de glaciares, tal como se desprende del decreto reglamentario que trascendió”. 

Entre las múltiples arbitrariedades del texto reglamentario, se pretende limitar el inventario de glaciares a aquellos mayores a una hectárea, cuando la ley incluye explícitamente a todos los glaciares en su inventario sin importar su forma o dimensión. Durante la sanción de la ley de protección de glaciares, se libró un extenso debate para incluir el ambiente periglacial en las áreas protegidas por la norma, una decisión que fue ratificada por el Congreso Nacional.

 Este criterio no puede ser interpretado de manera antojadiza por ningún Ministerio o por el Poder Ejecutivo con el agravante de que mediante un mero decreto se pretenden agregar nuevos y fantasiosos requisitos adicionales tales como la necesidad de realizar un estudio de “significancia hídrica” para los glaciares de escombros, algo que no está previsto en la ley, señaló la legisladora. Al pretender excluir a los glaciares de escombro, se desvirtúa el artículo 2 que define como glaciar a toda masa de hielo “cualquiera sea su forma, dimensión y estado de conservación”.

Todavía resulta necesario aclarar que los presupuestos mínimos de protección ambiental deben ser respetados, se preguntó la Senadora. Constituyen el “umbral básico de protección ambiental que corresponde dictar a la Nación y que rige en forma uniforme en todo el territorio nacional como piso inderogable que garantiza a todo habitante una protección ambiental mínima más allá del sitio en que se encuentre”. 

La confusión permanente, nada casual ni inocente, respecto al alcance de la ley de protección de Glaciares deviene en un juego constante y peligroso que debilita al sistema democrático. La norma que protege a los glaciares configura una de las leyes nodales en materia de cuidado ambiental para garantizar la equidad intergeneracional respecto a nuestro territorio. “Las leyes están hechas para ser cumplidas  y no pueden quedar libradas a la interpretación capciosa de ninguna gestión”, expresó la Senadora.