La actividad, que será abierta y gratuita a todo público fue impulsada por el concejal Federico Díaz –ACPD-, acompañado por sus pares Laura Ramos y Patricia Antonio, quienes presentaron un proyecto de Declaración de interés educativo, cultural, comunitario y social el ciclo de conferencias denominado “Semana Contra el Saqueo y la Contaminación” a desarrollarse entre el 28 de mayo y el 2 de junio próximos.

Es en este contexto que el periodista y ambientalista Javier Rodríguez Pardo brindará su presentación, lo que además se constituirá en la apertura de un espacio de Jornadas Permanentes destinadas al tratamiento de la problemática minera en el recinto del Concejo Deliberante, tal cual lo expresa en su artículo 2 el proyecto impulsado por Díaz.

El edil en los fundamentos de su iniciativa explica que muchas fueron las voces que se alzaron en toda la provincia, institucionales y de la sociedad, expresando su descontento tras la derogación de la Ley Q 3981, que prohibía la utilización de cianuro y/o mercurio en el proceso de extracción, explotación y/o industrialización de minerales metalíferos.

De allí que se destine el espacio del recinto del Concejo Deliberante para que se convierta en un espacio de discusión y difusión de información respecto de la actividad minera abierto a toda la comunidad, denominado como Jornadas Permanentes que quedarán inauguradas con la ponencia de Rodríguez Pardo.

En este escenario el autor de “Vienen por el oro, vienen por todo” se referirá al impacto que produce en el medioambiente la explotación minera a cielo abierto, en función de su experiencia como militante ambientalista e investigador.

Javier Rodríguez Pardo nació en España, es periodista, pero vive y trabaja en Argentina desde muy joven. Una de sus primeras pasiones fue el cine, a cuya crítica y promoción se dedicó durante años, con especial interés en los cines de arte. Tras trabajar en el Lorraine, el Loire y el Losuar, fundó el Cine Lorca en sociedad con un inversor asturiano. Pero en la década del 80 se mudó a Chubut. Allí empezó su militancia ecológica, que se concentró inicialmente en el frente antinuclear, al que dedicó 15 años de vida, impulsando el Movimiento Antinuclear del Chubut, nacido para oponerse a la instalación de un basurero nuclear de desechos radiactivos en la localidad de Gastre.