Los pueblos están abriéndose camino ante la maraña de redes de sombra que los aprisiona y ninguna fuerza podrá detenerlos en su camino. La sed de justicia que llena la boca y el corazón de la humanidad ya no podrá ser apagada ni con palabras ni con dinero…. hemos comprendido que la justicia y la libertad no se regalan: se conquistan, se defienden y muchas veces se muere en defensa de estos ideales.
Estas palabras, que fueron expresadas por un presidente constitucional hace más de 40 años, hoy se están cumpliendo inexorablemente.
Lucas Muñoz tal vez no leyó ni escuchó a este presidente, pero en su corazón estaban intactos esos valores seguramente inculcados desde niño por sus padres, trabajadores de gran humildad y con una inmensa dignidad.
Lucas, como tantos otros, dejó su vida en esta tierra defendiendo la justicia que había jurado proteger; Lucas se transformo en mártir de la causa justa.
Nosotros no debemos callar. Que no se nos naturalice la injusticia. De otro modo seguirán cayendo mártires. ¿Quiénes más seguirán? ¿Vos? ¿Yo? ¿Otro hermano? ¡¡Basta!! ¡Honremos la memoria de Lucas Muñoz y la de muchos que cayeron por la misma causa!
JAVIER GIMENEZ
DNI 20124357
14 enero 2017
Cartas de Lectores