Todos fueron rescatados en un veloz operativo en el que participaron dos guardavidas del municipio local y un efectivo de Prefectura, que a bordo de una moto de agua los trasladó hasta tierra firme.

Se encontraban bien, aunque evidenciaron haber sufrido un enorme susto.

El episodio ocurrió alrededor de las 20, cuando el agua comenzó el ascenso y tres personas se observaron en un islote que se forma frente al mástil que se erige en el lugar.

Pero luego algunos vecinos que disfrutaran la tarde recurrieron a los guardavidas que custodian la zona.

Dos de ellos cruzaron el canal para brindarles contención, dado que la subiente ya era pronunciada y se reducía drásticamente la porción de arena.

Mientras, arribó la embarcación de Prefectura que de inmediato se puso en marcha para trasladar a los aislados y a sus rescatistas.

La evacuación demoró apenas unos minutos, gracias a la velocidad de la moto acuática.

Todo fue observado por una gran cantidad de testigos, que siguieron expectantes toda la operación.

Al llegar a la costa las tres personas se mostraron sobresaltadas por la angustia vivida. Se tiraron en las piedras y allí permanecieron hasta que lograron recuperarse.

Todo indica que habían cruzado horas antes cuando la bajamar les permitió hacerlo caminando por lo bajo del cauce.

Una versión indica que son vecinos de San Antonio que habían ido en busca de pulpos y a bucear, pues uno de ellos llevaba una luneta. Por distracción no se habrían percatado del comportamiento marino, que los sorprendió.

Mientras que por otro lado se comentó en el lugar que se trataría de visitantes que directamente desconocen la forma extrema en que el movimiento de las mareas modifica el paisaje.

No es la primera vez que sucede un episodio de este tipo en la ría local, sobre todo con turistas. Tampoco hay carteles que adviertan el riesgo por aventurarse en demasía.

FUENTE: El Mallín