Río Negro vive dos situaciones en simultáneo que si se
las pusiese de relieve y sin contexto se podría parecer a esas películas en las
que hay puertas a otras dimensiones con realidades totalmente opuestas de
acuerdo a las puertas que se vayan abriendo en el camino.
Hubo un gran esfuerzo del gobierno provincial esta última
semana en hacer que la muerte del joven Elías Garay en Cuesta del Ternero no
manchara la gestión y si bien mostró transparencia e inmediatez al momento de
manejar la ubicación de las fuerzas de seguridad provincial fue imposible no
verse involucrado en un hecho que tiene ribetes dignos de La Patagonia Rebelde,
en el que grupos privados exaltan un odio cada vez menos disimulado por la
comunidad mapuche.
El manejo policial fue preciso y hasta quedó rápidamente
descartado el hecho de una represión de la fuerza, algo que para las
situaciones que se viven en la actualidad en nuestro país resulta un logro.
El esfuerzo procurado por la Provincia para acelerar la
investigación que derivó en dos detenidos a los pocos días, fue opacado por
algunos de los propios que no solo no han ayudado sino que con unas pocas
declaraciones parecieran haber mostrado de qué lado están. El intendente de El
Bolsón, Bruno Pogliano, se mostró orgulloso de los “gauchos” que una noche echaron a golpes de rebenques y palos a un
grupo de mapuches que se manifestaba en la localidad y que, al parecer, habían
provocado destrozos.
En una entrevista con Ernesto Tenembaum, uno de esos
“gauchos” dijo “Hay que darles una buena paliza a esa gente” y tras el pedido
de reflexión del periodista argumentó que que la trifulca se originó porque
manifestantes emparentados con la comunidad mapuche que protestaban por el
homicidio de Elías Garay Yem y el ataque a Gustavo Cabrera le pegaron al caballo
de uno de los paisanos y que, por eso, comenzó la pelea.
Soraya Maicoño, vocera de la Lof Quemquemtrew dijo que en
realidad “esto es una discusión política que nadie quiere darse; el Estado
argentino no se quiere hacer cargo de la deuda histórica que tiene con el
pueblo mapuche”, dijo, y señaló al intendente Bruno Pogliano como responsable
de las corridas.
La situación exige sin dudas un tacto igual o mayor que
el que el Gobierno provincial tuvo hasta el momento y requiere, de acuerdo a lo
que han expresado desde diferentes sectores un diálogo que descomprima y traiga
soluciones.
La otra dimensión, muy opuesta por cierto, es el avance
de lo que parece ser una inversión histórica para Río Negro y que podría
cambiar hasta su matriz productiva: el hidrógeno verde.
Esta semana que pasó estuvieron en Viedma los
representantes de la empresa australiana Fortescue Fortune, encabezado por su
CEO y también el ministro nacional Matías Kulfas y se hizo el anuncio oficial,
pero también se habilitó a la multinacional a realizar las tareas de
exploración, una serie de trabajos previos antes de llevar adelante las obras.
Aquí, como en la Cordillera, también va a requerir de la
mano fina pero firme del Gobierno para sostener en el tiempo lo que parece ser
una oportunidad histórica para Río Negro.
El Gobierno mueve estructuras con miras a la generación
de mano de obra especializada. El viernes la Legislatura aprobó la suba de
rango a ministerios de Seguridad y Justicia y de Trabajo. Este último tendrá
una fuerte misión en la creación de capacitaciones de cara al proyecto de
hidrógeno verde. La gobernadora Carreras anunció ese mismo día que próximamente
se presentará un programa de entrenamiento y capacitación que estará bajo la
órbita de la cartera que conduce Jorge Stopiello.
La elevación a ministerio de la cartera laboral tiene otro
significado. Esa recategorización era solicitada por los gremios de la CGT hace
algunos años. Carreras da con esta promoción ministerial también un fuerte
guiño a los sindicatos y ratifica en el cargo a Stopiello, que con el correr de
la gestión se ha convertido en uno de sus funcionarios de confianza.
Además Carreras agregará otros matices a su gabinete. El
actual secretario General, Daniel Sanguinetti, de ADN arabelista irá a
Planificación y su lugar vacante será ocupado por el legislador de Luis
Beltrán, José María Apud, mientras que desde el banco de suplentes se prepara
para volver a la Legislatura en lugar de este último, el vecinalista viedmense
Marcelino Jerez.
Los cambios ya dejaron de ser una discusión interna
dentro de la estructura de Juntos Somos Río Negro, o más precisamente entre la Gobernadora
y el presidente del partido, Alberto Weretilneck, quien aprueba los
movimientos.
Los de ahora son cambios que están dentro de la lógica de
funcionamiento; los que vendrán hacia adelante tendrán un sesgo más de puja
interna, pero para eso falta. No mucho tiempo, pero falta.
23 febrero 2024
Palabra de Domingo