Hoy envió dos nuevos correos electrónicos, en los que –como lo hizo anteriormente- se identificó claramente y LA PALABRA constató sus datos, por lo que se determinó su publicación.
Rivas señaló hoy: “Le pido disculpas a la sociedad de Río Negro por mi accionar. En este momento difícil de digerir, reconozco que quizás no es la forma, sólo quise instalar un debate más para que todos podamos crecer como sociedad. El
problema es que no tenemos tolerancia a estas cosas tan sensibles, pero
algún dí¬a tiene que suceder. No será el momento, entonces me retracto de
mis dichos, pido disculpas a Marianela a Jorge, a los que se consideraron
parte del problema.
Trataré de hablar con Jorge en el momento oportuno y vamos a solucionar las cosas. Quedará en la memoria el intento por cambiar las cosas. Espero que esto cambie algo pongámonos las pilas, todos necesitamos un gran debate y todos lo sabemos”.
Asimismo, en otro mail Rivas remarca: “Me doy cuenta que en Río Negro no se puede denunciar nada. Lamento mucho lo sucedido y más por haber tenido como protagonista a una mujer. Lo lamento de verdad; una mujer que quizás no tiene la culpa, eso es discutible.
Pero no fui yo quien comentó a los cuatro vientos la hazaña para conseguir trabajo. Marianela quizás fue rehén del sistema.
Lamento las formas, todos lo ven muy mal lo que hice pero…las cosas como son. No me considero mala persona, simplemente la justicia no trabaja en
estos días.
Es bueno el debate así sabemos donde estamos parados.
Yo lamento que haya sido Marianela la víctima de este ilícito.
Estoy de acuerdo, pero muy de acuerdo, que haya trabajo para todos.
He aquí un breve relato de nuestra amistad pasada y basada en un fuerte lazo afectivo. Fui su padrino postizo, como me decía ella. Ella sabe que yo no soy como me ven algunos. Está bien, los hechos pueden decir otra cosa. Ella fue  parte de mi familia. Ella vivió en casa y con mucho cariño mi familia la aceptó. Mi señora, mi hijo. Ella fue niñera de mi hijo. Es una muy buena persona, un
gran corazón y ella sabe que yo pienso así de ella.
Pero el destino nos llevó a este plano de enojo, como puede pasar en
cualquier familia, y nos distanciamos.
Todo es causa y efecto, pero bueno, sólo nosotros sabemos lo que pasó y no lo digo en un tono soberbio, ni que se entienda mal”.