No había exceso de alcohol, falta de cuidado familiar ni nada de éste tipo de cosas que arbitraria y ligeramente tildamos cuando vemos éste tipo de accionares.
Todo se desencadena por falta de comprensión, tal vez por inmadurez o insensatez de los mayores y, por sobre todas las cosas, por el "autoritarismo" mal aplicado por quienes consideran el "abuso" como herramienta cotidiana de vida.
El joven apaleado (literalmente) solo pretendía hacer administrar Justicia, por la autoridad que correspondiera, debido a un hecho ocurrido momentos antes con otro familiar que lo acompañaba, al cual también lo agredieron al no dejarlo ingresar, aduciendo por la fuerza "el derecho de admisión" del local. Solo les pedía sus datos para efectuar la denuncia ante lo que él consideraba un atroz atropello a sus libertades individuales.
En un momento de confusión el joven es tomado a la fuerza en la vereda del local por estos mal llamados "patovicas" e ingresado con violencia (patadas y golpes de puños). Arrastrado hasta la cocina donde lo golpeaban al grito de "¡¡TOMA, ESTA ES TU JUSTICIA, TOMA ESTE ES MI NOMBRE!!".
Vivió momentos desesperantes, que en lo doloroso de la situación y cuando era arrastrado hacia el lugar del sometimiento, gritaba que lo ayudaran, que le miren la cara y que no se olviden de su cara... ¿Quizás pensaría que no volvería a su hogar? o ¿lo atormentarían algunos recuerdos de noticias del pasado?... Gracias a la providencia, aparecieron varios patrulleros avisados por una llamada de algún "ciudadano valiente" que vio lo que le ocurría al desdichado y decidió intervenir (a expensas de que le podría pasar lo mismo si lo veían), llamando a la policía, que una vez en el sitio y ante el grave estado del joven lo llevo al hospital para que le administraran los primeros auxilios correspondientes.
Tal vez, es mi deseo, no debamos leer nunca más este tipo de hechos y de una vez por todas nos hagan pensar en la violencia a la que estamos expuestos "todos" y por sobre todo, los jóvenes, en las calles de la ciudad. Solo con que viéramos los registros de la sala de guardia del hospital los fines de semana tendríamos una idea acabada de lo alarmante que es la situación y la importancia relativa que se le otorga a tales atropellos.
También deja para pensar ¿qué tipo de personas son empleadas por los comerciantes para cuidar la seguridad de sus locales?, así como ¿cuál será el tipo de capacitación que han recibido por parte del municipio? y si ¿los tiempos de imparticion son los correctos o si los requisitos son los apropiados?.
Para resumir todo esto, el joven "corrió con suerte", a pesar de las costillas fracturadas y la perforación de tímpano, ya que luego de dos días de internacion pudo regresar al hogar para tratar de continuar con su vida normal. ¿Será Justicia?
Jorge Duarte
Cipolletti - Rio Negro
14800457
14 enero 2017
Cartas de Lectores