Voy a hablar porque cuando trabajamos por la campaña para el tercer mandato mío al frente de la Municipalidad tuvimos que enfrentarnos con muchisimos obstaculos, pero no es una queja, tenemos siempre obstáculos, para eso nos postulamos, para superarlos, pero hay obstáculos que son deshonestos, que son innecesarios.
Cuando entré a la política lo hice porque me motivaban las ganas de hacer cosas, y si hoy, después de muchos años de dedicarme a esto, me preguntan qué es la política, yo digo que es resolver cosas y también es algo un poco más complejo aunque no tanto, que es resolver cosas respondiendo a interes, intentando materializar lo que uno cree que es lo más justo. Y es un trabajo agotador, lleno de emociones honestas y agradables, como así también de frustraciones y complejidades, pero si tengo que hacer un balance, siempre es superavit, siempre termino optando por levantarme todos los días e intentar hacer desde el rol de Intendente un mejor equipo de trabajo, para tener una mejor ciudad y un mejor estado.
Escribo esto porque ya pasaron las elecciones, y tengo todavía el dolor de haber peleado contra sujetos que decían estar en el mismo signo político que yo. Hombres que ven a la política de otra manera, que especulan todo el tiempo para un crecimiento personal, para una extensión del ego que alo mejor la naturaleza no les dió. Hombres como Mario de Rege, que no solo se dedicaron a mentir para lastimar mi persona, porque eso, de última, lo puedo aceptar tranquilamente, sobre todo de alguien de tan baja estatura moral, pero lo doloroso es que tuvimos que gastar energías en desmentir, luchar y armarnos contra personas que ven en la política un fin individual, espantoso y poco ético.
Aprovecho ahora que ya pasó el tiempo y que estamos un poco más tranquilos, y repaso lo que fue y lo veo a De Rege que sigue sin aportar nada en la justicia, extendiendo así su mentira, su forma espantosa de hacer política, como si todo esto fuera un show personal, viendo dónde puede mojar las patas para pegar algún cargo que le de esperanza a su nombre, como si todo no valiera nada.
Es sincero también repensar en cómo todo esto afectó a un partido como la UCR, que con tibieza cómplice avaló todas estos atajos que eligen tomar este tipo de personas. Tal vez es por eso que hoy somos oposición, tal vez por eso nos cuesta encontrar un rumbo más claro, y nombres más visibles para llevar adelante las ideas que siempre exigimos de la vida pública.
No estoy disfrutando esto como si fuera una venganza, porque todos los días trato de armar un grupo de gente que quiera realmente modificar las cosas, que quiera mejorar con trabajo y atención todo lo que el estado puede brindar al viedmense, al rionegrino. Me preocupo porque estas actitudes de De Rege, tan espantosas, tan viles, son imitadas por personas que quieren entrar a la política, o por viejos dirigentes que ya no saben como reciclarse, como si fueran plástico.
Estoy pensando en mi legado político, pero no es por los zizagueos de mi salud, estoy pensando en ese legado porque la política también es estar pactando con el futuro constantemente, y es por eso que anhelo una futura clase dirigente ajena a estos mutantes de la política como De Rege, y no quiero solo a un radicalismo minado de personas íntegras, quiero a toda una clase política que se levante y se acueste cada día pensando en cómo hago que la sociedad funcione mejor, cómo hago para llenar de valor cada acción cotidiana, de honestidad, de bondad y de responsabilidad sobre el otro.
Lamentablemente los sujetos como De Rege son incombustibles, se puede ir éste espanto de la política, pero van a aparecer nuevos, con las mismas ganas de trascender su nombre a costa de cualquier acción, y es por eso que tenemos que luchar para que no se reproduzcan. Exijamos honestidad, exijamos pactos con la verdad y con el futuro.
Les mando un saludo a todos los que quieren hacer de la política una disciplina honesta.
Jorge Ferreira
14 enero 2017
Cartas de Lectores