Mientras se desarrollaba esta injustificada dilación para retrasar el cronograma de avance de nuestra Asociación, la IGPJ respondía en 48 hs por escrito el requerimiento a un particular, afirmando la existencia de una supuesta situación “irregular” de nuestro Colegio que mantuvo fuera de nuestro conocimiento durante meses para especificar al año siguiente que había participado de la Asamblea un nuevo socio que no estaba incluidos en el padrón previo, a pesar de que no resultó significativa ni decisiva su presencia para la conformación de ninguna de las mayorías necesarias para la aprobación de lo resuelto.
No nos llama la atención su proceder asimétrico que ya ha sido ampliamente caracterizado por los reclamos de otras entidades igualmente perjudicadas por su particular estilo de gestión. Resulta ocioso abundar sobre sus conductas ya que han tenido abundante tratamiento periodístico, parlamentario y judicial como es de público conocimiento. De hecho, el Dr. Horacio Massaccesi ha acusado al Dr. Félix San Martín ante los estrados provinciales por usurpación de títulos y honores, abuso de autoridad y malversación de fondos públicos por hechos perpetrados durante los dos años de su actuación al frente de la citada repartición
Omitir insidiosamente cuáles son las irregularidades que fundan la declaración de ineficacia de las Asambleas adecuadamente realizadas, no cambiará un ápice la consideración profesional que han adquirido los integrantes de esta comisión, ni la de su persona que son bien conocidas en Río Negro.
La resolución aludida que “autoriza” a realizar un reempadronamiento nunca fue fundamentada ni incluyó en absoluto la “disposición” o la “orden” de realizarlo porque no podría encontrar ninguna jurisprudencia que justificara tamaño avasallamiento de una Asociación Civil en normal desenvolvimiento y plenamente ajustada a la leyes vigentes. El reempadronamiento y ahora la ilícita convocatoria a la nueva Asamblea restringida a los que denomina “reempadronados”, ocasiona un importante perjuicio institucional y económico a nuestra organización. Sus acciones arrasan nuestra Asociación, reduciendo drásticamente su número de asociados, cercenando el derecho que intentabamos ejercer de elegir nuestras autoridades democráticamente. La exclusión del padrón de la Asamblea de la mayoría de los socios originales deslegitimará a las autoridades que impongan en ese acto nulo. El único efecto de la maniobra será el desmantelamiento de nuestra Asociación y la desarticulación de las múltiples actividades a favor del ejercicio profesional y de la Salud Pública que constituyeron un aporte inédito hasta el presente en Río Negro. La amplísima mayoría de los cientos de psicólogos decidimos no participar de su convocatoria por constituir un acto compulsivo, injustificado y carente de las más elementales garantías en beneficio de quienes pretenden constituirse en únicos electores para autoconsagrarse.
Son censurables las acciones de unos pocos colegas que con desprecio de las normas estatutarias y éticas, con ánimo golpista y autoritario invaden una institución violentando los mandatos constituidos democráticamente, eludiendo exponerse al veredicto de las votaciones del universo de asociados que vienen aportando desde años y desconociendo la participación de los colegas asociados de otras localidades del Valle Inferior con la complicidad de los burócratas de turno. El reempadronamiento ha sido al solo efecto de instalar una “lista única” de los amigos del poder, algunos morosos frustrados por su incapacidad para superar su falta de representatividad y su impericia como saboteadores internos, que han recurrido a engaños en la convocatoria “obligatoria” de un reempadronamiento absurdo ya que cualquier colega podía asociarse en cualquier momento y sin cuota de ingreso a diferencia de lo que ocurre en el resto de los Colegios de Río Negro.
En la difusión de la convocatoria realizada por la IGPJ en lugar de incluirse los nombres de los veedores se colocó el teléfono móvil de un colega moroso que no reviste la condición de socio activo, que haciendo caso omiso de las más elementales normas de la ética profesional intervino como si fuera un funcionario de la IGPJ, sin que pueda establecerse en qué carácter o con que atribuciones, para conducir un reempadronamiento indebidamente “obligatorio” que sólo logró 38 inscripciones. Parece que estas actitudes persecutorias de nuestros colegas que no están obligados a colegiarse hasta que no se complete la conformación de los organismos (Comité de Ética, etc.) y los códigos que habiliten el tratamiento de nuestra Asociación como Colegio de Ley, serán el signo distintivo de la nueva gestión adicta que instala arbitrariamente la IGPJ.
Hace seis años que debió haberse constituido el Colegio de Psicólogos conforme dispuso la ley de autoría de Carlos Peralta, nunca siquiera lo intentaron. Cuando asume una gestión que se expide sobre la inexistencia del Síndrome de Alienación Parental, poniendo un límite a los abusadores y a los peritos que operan más allá de sus incumbencias y en condiciones e interrogatorios inaceptables sobre los menores abusados, surgen las actitudes reaccionarias. Cuando se denuncian las condiciones de abandono e inseguridad de los pacientes con padecimiento mental, las repetidas violaciones a la Ley de Salud Mental y a los Derechos Humanos, los que están ebrios de poder deciden neutralizar la legítima representación de nuestros colegas. Esos colegas que cuando convocamos a las 1ª Jornadas Provinciales y XIIIº Jornadas Nacionales de la Federación de Psicólogos de la República Argentina en Las Grutas nos acompañaron en un evento arancelado que superó los quinientos participantes. Los colegas que recibieron espacios y becas de formación, supervisión gratuita, que festejaron la mejora de los aranceles con las Obras Sociales, los seguros de práctica profesional, los convenios con la Universidad del Comahue, los seguros y tramitaciones por enfermedades invalidantes, los descuentos en servicios y la acción comunitaria con los cine debates, etc. han sido excluidos. Se olvidan que los psicólogos ya padecimos muchas persecuciones políticas sin defeccionar.
No necesitamos de la cáscara vacía en la que quieren transformar al Colegio para bajar subsidios que nunca recibimos o generar alabanzas a un sistema injusto y autoritario. Seguiremos dando testimonio, generando acciones relevantes como ciudadanos libres y profesionales responsables. El tiempo y la opinión pública juzgarán a los apropiadores de nuestra Asociación según sus obras que confiamos puedan hacer olvidar los atropellos que han cometido para encaramarse en una organización que se negaron a construir o a permitir desenvolverse de forma democrática y autónoma.
Agradecemos a los colegas que nos eligieron para integrar la Comisión Directiva y nos acompañaron tan estrechamente en nuestra gestión. Agradecemos las múltiples muestras de apoyo y solidaridad frente al atropello. Oportunamente valoraremos cuáles serán las acciones que mejor resguarden los intereses de este colectivo al que pretenden arrebatarle la organización que hemos construido sin vender nuestra independencia, dando el valor que merece la palabra de nuestros colegas y sin traicionar nuestra vocación invariable a favor del Ejercicio Profesional en democracia, la Ética y la Salud Pública.
Comisión Directiva del Colegio de Psicólogos del Valle Inferior del Río Negro
14 enero 2017
Cartas de Lectores