Quedan dos semanas para renovar dos bancas de diputados nacionales en Río Negro. Todas las fuerzas tienen la sensación de que hay mucho más en juego, incluso para la que desechó su participación. El Gobierno hace hincapié en la gestión, se empecina en mostrar su peor faceta. En el FPV los roces postergan confrontaciones, el resultado electoral delimitará el carril que ocupará cada sector. Cambiemos llega al tramo final con el inflador.
En JSRN la armonía no duró dos semanas. La paz que arrastraba la deserción se esfumó con las primeras declaraciones políticas de cara a las generales que se avecinan. El Gobernador habló de prescindencia mientras hacía un guiño a Nación. A algunos dirigentes de raigambre peronista les genera urticaria apoyar al macrismo. Ricardo Arroyo puso la cara por este sector, manifestó “el voto a Cambiemos para mi es distante”. Esto irritó a los componentes de Juntos que provienen del radicalismo o profesan el antiperonismo.
Aquellos se ilusionan con la fusión con la fuerza nacional. Facundo López se reunió con su otrora referente Daniel Sartor, le prometió sufragios que en las PASO no pudo plasmar para su coalición. El “Fino” lo escuchó con la condescendencia de quien observa a un discípulo persuadir a su antiguo maestro. Poco a poco deja de ser un leproso al que nadie quería tocar. Su vocación militante junto a su extensa agenda lo coloca en potencial articulador de lo que vendrá. El inexperto PRO rionegrino cometería un error si pretende dejarlo de lado.
La realidad es que a Juntos no le conviene que Cambiemos obtenga un guarismo superior al 30 por ciento. Si esto ocurriese lo colocaría en furgón de cola para un armado en el 2019. El ministro Frigerio en su paso por la región lo anticipó con claridad: “Estamos abiertos a incorporaciones”. No se aceptan socios, solo adherentes. La alianza nacional no copartipa poder, el radicalismo puede dar fe. Si salen fortalecidos el 22 de octubre se entusiasmarán con la gobernación.
A Weretilneck le está costando más de lo pensado este tránsito. Ha perdido la capacidad de sorprender, sus movimientos se tornan previsibles. Como cuando anuncio que la madre de todas las batallas se libraba en Maquinchao, le brindó la posibilidad a sus adversarios de armar la estrategia para hacerlo perder. Ahora vuelve a anticipar su jugada priorizando la gestión. Sus movimientos espasmódicos no acercan soluciones.
Un caso paradigmático es la división en dos áreas de la cartera encargada de asistir a la población vulnerable: La Secretaría de Niñez y el Ministerio de Desarrollo Social. Pasó de tener un problema a padecer el doble. Roxana Méndez, al frente del nuevo organismo proteccional, comentó a los trabajadores el arribo de un policía, licenciado en psicopedagogía, al frente del programa “Jóvenes en Conflicto con la Ley Penal”. Gabriel Medina venía de estar a cargo del Sistema de Abordaje Territorial (SAT) del Consejo Provincial de la mujer que conduce Laura Azanza.
Cuando su nombre trascendió se conoció lo peor, arrastra antecedentes de violencia de género. Sí, el responsable de asistir a las mujeres víctimas ostenta una restricción perimetral a raíz de la denuncia realizada por su ex pareja. El gobierno había colocado al zorro en el gallinero. De todo esto se anotició el colectivo “mujeres organizadas de la Comarca” que puso en conocimiento, a través de una carta, al propio Gobernador. Habiendo tomado estado público el “palmarés” de Medina, se abortó su designación. Antes, Méndez ensayó una defensa de “su amigo”. Ni García Márquez se animó a tanto en el Macondo de “Cien años de Soledad”.
En Desarrollo Social quedó claro que Nicolás Land es un ministro de transición. Como le solicitaron, se encarga de expulsar a sus antiguos compañeros de ruta. La barilochense Norma Gómez se suma a las bajas de Patricia Fernández y Ramón Viñuela. La limpieza continuará con algunos directores. De las altas aún no se ocupa. De las obligaciones del Ministerio mucho menos. Pretende transferir el 30 por ciento del presupuesto y la mayoría de los trabajadores a Niñez. En el combo iría el grueso de los “becados”. El espíritu de cuerpo no abunda en la administración Weretilneck.
Lorena Matzen recibió la reprimenda de los popes de su fuerza por fustigar al Gobernador, desnudando que había intentado generar un acuerdo de cara a las generales. Le recomendaron “no lesionar el voto de JSRN”. Su intervención no fue casual, partió de un doble convencimiento: considera que en esta etapa no se puede direccionar el sufragio de la gente. El segundo motivo surge de una arraigada impresión, ella califica como pésima la gestión provincial. La candidata comienza a mostrar signos de autonomía.
Mauricio Macri inauguró el tercer puente que une Cipolletti con Neuquén. Su presencia en la región fue mínima pero la investidura revaloriza los gestos. Llegó al acto con el mandatario neuquino, Omar Gutiérrez. Weretilneck los esperaba en el lugar. No hubo desplante del presidente, la agresión pública no condice con el estilo de época. La relación no será igual, por el triste desenlace nuclear y los porcentuales de los comicios.
El 17 de octubre María Emilia Soria visitará la ciudad capital. A 5 días de la contienda reforzará el voto donde sus adversarios intentan revertir el resultado de las PASO. El sorismo se entusiasmó con el 30 % que lo ubicó en primer lugar. En el día de la “Lealtad” la diputada desembarcará en Viedma para captar adhesiones peronistas que han quedado sin representación por la ausencia del oficialismo. Será el sexto arribo en lo que va del año en un territorio que, por sorpresa, ya no se muestra tan hostil.
Mientras su hermana enfoca el tramo final de la campaña, Martín Soria le marcó territorio a Miguel Pichetto. En sendas declaraciones el senador había remarcado que seguiría en el PJ rionegrino si este no se “radicaliza” y se mantiene como fuerza de “centro”. En clara alusión a que el peronismo rionegrino no debe hacerse “kirchnerista”. Aquellas apreciaciones desataron la diatriba del titular del PJ, que parafraseó a Perón, “aquel que habla mal de un compañero es funcional al enemigo”.
El intendente de General Roca, ensayó más que una defensa de la ex presidenta. Le hizo un guiño al electorado que ofrendó el 40 % en las Primarias. Las afirmaciones de Pichetto en medios nacionales no han tenido tal devolución. Con este cruce, Soria le recordó al parlamentario que mientras cada uno transite por su andarivel, no habrá colisiones. Uno en el plano nacional y el otro en el provincial. Es el pacto tácito para convivir.
23 febrero 2024
Palabra de Domingo